Capitulo 10 "A Tu Lado"

554 39 68
                                    

La luz tenue de la mañana atravesaba los pequeños orificios de la cabaña, una cálida brisa recorría la estrecha habitación rincón por rincón. Lentamente, la oscuridad del cuarto empezó a disiparse.

Mientras Charlie cobraba conciencia de su entorno, sus ojos se abrieron con asombro. Este lugar le resultaba familiar, "Ya lo había visto en sus sueños". Se encontraba en la Tierra. Sorprendida, observó a su alrededor, viendo a Adam a su lado.

Al verlo, una tardía sonrisa de felicidad se formó en su rostro. Parecía tan inocente en ese estado, lo que le transmitía a Charlie una sensación de ternura.

La rubia lo miró por un tiempo más, esperando que se despertara. No quería molestarlo y, además, no sabía cómo reaccionaría. Quizás ayer había mostrado compasión por ella al verla evidentemente herida, pero ahora se encontraba un poco mejor y podía razonar mejor las cosas en comparación con el día anterior.

Él la odiaría por esto. Como si no fuera suficiente perder todo lo que tenía, ahora le había quitado su reino por su imprudencia. Charlie se dejó llevar por el momento y ahora estaba pagando el precio de sus acciones.

Se sentía mal por ello. Cada vez que miraba a Adam, se veía a sí misma como la causa de sus problemas. Si no hubiera sido por ella, quizás el cielo hubiera considerado su propuesta, quizás hubiera recuperado la confianza de su gente. Todo sería diferente si no hubiera interferido.

Las lágrimas empezaron a brotar sobre las sábanas al pensar en todo lo que había hecho. "Había arruinado la vida de la persona que más amaba".

A menudo se preguntaba: ¿Por qué no podían estar juntos sin recibir el odio y el repudio de los demás? ¿Por qué la felicidad no podía llegar a su vida sin consecuencias? Pensó la rubia. En el fondo, hacía esto por amor, porque también quería ser feliz. Veía a su padre tan contento con su madre y también anhelaba conseguir lo mismo. Pero la vida suele tomar giros inesperados.

Nunca pensó que se enamoraría de Adam, el mismo hombre retratado como el símbolo de la maldad. Su familia lo odiaba y detestaba, pero su corazón estaba decidido.

Era a él a quien quería. Quería sentir sus brazos alrededor de ella. Nunca antes había experimentado algo como lo que tuvo con Adam. Él la enloqueció. Quizás era su figura imponente, su enorme estatura o su atractivo rostro, su personalidad, quizás. En fin, no lo sabía. Había una conexión profunda entre los dos que no podía ignorar.

Ese amor no correspondido la obligó a acercarse más a él sin importar lo que sucediera. Se dejó llevar por sus sentimientos. Ese encuentro fue único y especial. Perdió la noción del tiempo y de sus alrededores.

Nunca pensó que su padre tomaría tal decisión. La trató como un desperdicio e ignoró sus sentimientos. Charlie siempre vio a su padre como alguien justo y solidario, que en los momentos más difíciles siempre estaba allí para apoyar. Pero la realidad era diferente. A él no le importaba en lo más mínimo su vida; solo quería mostrar a todos que él era superior, que su familia era el epítome de la perfección, sin comparación.

Charlie entendió que, sin importar quién fuera, Lucifer siempre tomaría preferencia por sí mismo. Sus deseos y felicidad eran mucho mayores que los de su hija; para él no tenían relevancia y su vida debía ser dirigida como él lo deseara.

Es por eso que durante su infancia hasta su adultez vivió en una eterna fachada, rodeada de la presión que significaba ser la hija de Lucifer, siempre bajo miradas. Mantener esa postura era difícil, pero tenía que hacerlo; al final, no quería decepcionar a sus padres.

Ahora había conseguido todo lo contrario solo por seguir su corazón. ¿Era justo? ¿Acaso no merecía ser feliz? Las palabras de Lucifer aún resonaban en su mente.

In love [Chadam] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora