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————JOONGDUNK————

Joong llegó a su departamento al final del día, sintiendo el peso de las largas horas de estudio y las clases intensas de medicina. Sus hombros estaban tensos y su mente agotada, pero sabía que al cruzar la puerta de su hogar, encontraría el consuelo que tanto necesitaba.

Al abrir la puerta del departamento, Joong se encontró con una escena que instantáneamente alivió su cansancio. Dunk estaba en la sala de estar, esperándolo con una sonrisa radiante y los brazos abiertos. El aroma reconfortante de la cena casera llenaba el aire, creando una atmósfera cálida y acogedora.

—Bienvenido a casa, mi amor— dijo Dunk suavemente, su voz llena de ternura.

Joong dejó caer su mochila junto a la puerta y se acercó a Dunk, sintiendo una oleada de emociones al ver a su omega esperándolo de esa manera. Sin decir una palabra, se dejó envolver por los brazos de Dunk, sintiendo cómo todo el estrés del día se disipaba en ese abrazo.

Dunk lo sostuvo con fuerza, acariciando suavemente su espalda. 

—Tuviste un día largo, ¿verdad? Estaba esperando que llegues para poder cuidar de ti— murmuró Dunk contra su oído.

Joong cerró los ojos, disfrutando del momento. 

—Sí, fue un día muy largo. Pero ahora que estoy aquí contigo, todo se siente mejor— respondió, su voz llena de gratitud.

Dunk se separó un poco para mirar a Joong a los ojos, su expresión llena de cariño. 

—Vamos, te he preparado una cena deliciosa. Después de comer, puedes relajarte mientras te doy mimos para quitarte ese cansancio— dijo con una sonrisa.

Joong asintió, sintiendo una inmensa gratitud por tener a Dunk en su vida. 

—Eres increíble, Dunk. No sé qué haría sin ti.

—Y yo sin ti— respondió Dunk, dándole un beso suave en los labios antes de guiarlo hacia la mesa donde la cena los esperaba.

Se sentaron juntos, compartiendo una comida reconfortante y conversando sobre sus días. Joong se sintió rejuvenecido por la compañía y el amor de su omega, recordando que, sin importar lo difícil que fuera su jornada, siempre tendría un refugio en los brazos de Dunk.

Después de disfrutar de la deliciosa cena que Dunk había preparado, Joong se sentía un poco más relajado pero aún anhelaba más consuelo y cercanía con su omega. Dunk, siempre atento a las necesidades de Joong, se levantó y le extendió una mano.

—Vamos al cuarto, Joong. Quiero darte más mimos y caricias, te lo mereces— dijo Dunk con una voz suave y amorosa.

Joong tomó su mano, dejándose guiar por Dunk hacia el dormitorio. El cuarto estaba iluminado con una luz cálida y suave, creando una atmósfera tranquilizadora. Dunk lo llevó hasta la cama y le hizo un gesto para que se recostara.

—Recuéstate y déjame cuidar de ti— murmuró Dunk mientras comenzaba a desabrochar la camisa de Joong con movimientos delicados y amorosos. Joong se dejó caer en la cama, cerrando los ojos mientras sentía las suaves manos de Dunk acariciando su pecho y sus hombros, liberándolo del estrés del día.

Dunk se sentó junto a él, sus manos recorriendo con ternura el cuerpo de Joong, proporcionando caricias que hablaban de su profundo amor y cuidado. Joong, guiado por un instinto natural de búsqueda de consuelo y cercanía, se incorporó lentamente y se acercó a Dunk. Sus brazos rodearon la cintura de su omega mientras recostaba su cabeza en el regazo de Dunk, encontrando una paz inmensa en ese gesto.

Dunk sonrió, sintiendo el amor y la confianza que Joong depositaba en él. Sus dedos comenzaron a peinar suavemente el cabello de Joong, susurrándole palabras de consuelo y amor. 

Entre lienzos y corazones - (Joylada gang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora