Capitulo X

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Olivia regresó a la estación de Voight y confirmó restos de semen en la ropa de Jack, de su padre. Amanda y Fin fueron por el padre a arrestarlo, y éste, no se mostraba con arrepentimiento.

Barba le ofreció un trato, ya que Jack no quería volver a su padre de nuevo, lo convencieron y aceptó, estaría demasiado tiempo en la cárcel, pero enojado, gritó que su hijo era un “niñita” y que no lo quería de visitas en la cárcel. Tanto a Jack y su madre como a Sam, le ofrecieron ayuda psicológica para superar todo lo ocurrido.

Todo el equipo se regresó a Nueva York satisfechos de haber cerrado el caso, ya que la Unidad de Víctimas Especiales de Chicago habia tenido un inconveniente en Canadá, y la UVE de Nueva York había ido a Chicago a cubrirlos.

Rafael se encontraba en el asiento de su despacho, con un lápiz en su mano derecho golpeando con él su escritorio. Entró Carisi con dos cafés en mano.

-Lo siento, ¿Interrumpí algo abogado?
-No, ¿Qué sucede? ¿Es para mí?
-Sí —sonrió— Te noto más serio de lo normal. ¿Estás seguro de que estás bien?
-Toma asiento.

Carisi obedeció.

-El caso del chico... He tenido muchos casos lamentables pero este... Me dejó pensando demasiado...
-Lo sé, no puedo imaginar todo lo que tuvo que pasar el chico, pero lo importante es que estará en buenas manos con psicólogos muy buenos.
-Sí —suspiró—
-Escucha, sé lo mal que te sientes, pero, ¿podrías dejar el trabajo de un lado e ir a comer conmigo a mi casa? Le pedí permiso a Benson y aceptó.

Barba accedió dejando el lápiz en el escritorio y tomando su saco.

Al llegar a la casa, Carisi le sugirió a Barba que tomara asiento, él prepararía la comida.

Barba observaba con atención cómo Carisi dedicaba su tiempo en la cocina. “Deberías ser chef” —sugirió—.

Carisi soltó una risita y siguió cocinando.

Al servir la comida, Barba se alegró de minuto...

-¡Wow! ¡Lasaña! ¡Se ve deliciosa!
-Sí, ¿Recuerdas la vez que me recibiste en tu apartamento con lasaña? Estaba deliciosa, así que decidí prepararla también.

Ambos se observaron a los ojos por unos segundos...

-Amm ¿Tendrás algo de whisky? —preguntó Barba—
-Sabía que ibas a pedirme eso jaja, enseguida lo traigo.
-¿No quieres un trago?
-Yo no bebo, pero gracias.
-Vamos, sólo un trago. No has probado el whisky, ¿o si?
-No... Pero si quieres tomaré un trago.
-No Sonny era brom...

Carisi sirvió un poco de whisky en un vaso y lo tomó de jalón, empezó a toser y toser.

Barba se rió un poco.

-¿Cómo puedes beber eso tan tranquilamente? —continuó tosiendo—.
-Dame eso —alejando el vaso de alcohol y acercando otro vaso de agua—. Lo decía de broma jajaja.
-No es gracioso.
-Déjame limpiarte —con su dedo pulgar, limpió unas gotas de alcohol que Carisi tenía en su barbilla—.
-Rafa...

Ambos estaban tan cerca, Carisi alejó el pulgar de Barba sosteniendo su mano y lo besó. Barba se alejó un poco, bebió un trago de whisky, miró a Carisi a los ojos y lo besó con más intensidad.

Carisi frunció el ceño por el sabor, pero continuó el beso. Los labios de ambos tenían sabor a whisky, lo que hizo que Barba no se detuviera y lo siguiera besando más y más.

Ambos se alejaron al mismo tiempo a su respectiva silla y comenzaron a comer inmediatamente.

-¿Por qué te alejaste? —preguntó Carisi nervioso al terminar ambos la lasaña—.
-¿Por qué te alejaste tú? No te gusta el whisky, ¿eh?
-Ehhh... Lo que hicimos estuvo mal —rascando su cabello un poco—.
-Vamos Carisi, somos novios.
-Sí, pero... Lo del whisky estuvo raro...
-Pero tú empezaste —tomando un sorbo de alcohol—.
-Oh. Entonces...
-Entonces te gustó, ¿O no?
-Ehhh... Si —nervioso— pero no me gusta el whisky...
-Bien, ¿entonces quieres probar con refresco o agua natural? —dejando el vaso en la mesa—

Carisi se levantó de la mesa, inmediatamente Barba también. Carisi caminó hacia atrás, Barba caminaba hacia él lentamente.

Carisi cada vez se ponía más nervioso, pero por alguna extraña razón, le gustaba esa sensación.

Barba se quitó el saco y lo hizo bolas, arrojándolo al suelo de repente mientras sonreía traviesamente.

Carisi se topó con la pared volteando su cabeza hacia la derecha, Barba tomó sus mejillas con una sola mano e hizo que lo viera a los ojos.

Lo besó en los labios, notó que Carisi no lo alejaba, así que continuó besándolo. Carisi rodeó el cuello de Barba con ambos brazos y le mordió el labio.

“Apestas a alcohol y café, pero me encanta” —susurró Carisi—.

Romance en el Tribunal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora