Capitulo VI

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Al día siguiente, Carisi se arregló y se esmeró en verse lo suficientemente guapo para Barba, al llegar a su apartamento, Barba lo recibió amablemente, y lo guío hacia el comedor, donde tenía hecha una lasaña exquisita ya servida. Ambos comenzaron a comer, y después de unos bocados, Barba interrumpió...

-Carisi, no sé lo que me pasó ayer, de verdad casi no lo recuerdo, estaba tan pasado de copas que es imposible recordarlo, sólo se me vino a la mente cuando te fuiste, me sentí tan mal.
-No te preocupes, ¿Te digo algo? No me sentí incómodo ayer, tal vez por el hecho de que nunca había hecho algo así con un hombre...
-¿Hacer qué? -confundido-
-Ammm no nada -nervioso-
-De acuerdo... Tengo algo que darte...

-Se levantó de su lugar y fué hacia su recámara, de regreso traía en su mano una bolsa-

-Ábrelo, creo que te gustará -poniendo la bolsa en la mesa-
-¡Un perfume! Wow gracias Rafael, al principio pensé que te caía mal, pero ahora veo todo lo contrario -sonrió-
-Sí... Es un poco difícil de explicar.

Ambos se levantaron del comedor y tomaron asiento en el sillón grande.

-En verdad no sé cómo o porqué cambiaste de actitud conmigo de repente, pero aprecio mucho que seas así -comentó Carisi-
-Sí, y quería preguntar...
-Dime -interrumpió-
-¿Saldrías con un hombre? -tomó su mano-
-Ahh -nervioso- si claro¿por qué no? Siempre es bueno dar oportunidades
-Lo mismo digo, por cierto, ¿Te gustaría salir conmigo? -decidido-
-¡Claro! Me encantaría mejorar nuestra amistad.
-¿Amistad? Es decir... ¿Amistad? -insistió- No lo decía por amistad, si no para algo más, si es tu primera vez está bien, lo entiendo, lo llevaremos poco a po...

Carisi lo interrumpió besando a Barba en los labios, y mientras lo hacía, Barba tomaba sus manos con fuerza, ambos se dejaban llevar sin ningún remordimiento. A Carisi se le olvidó por un momento que era católico, y amaba besarlo.

-¡No puedo hacerlo! -se alejó de inmediato- Esto es un error, yo...
-Eres católico, lo sé -interrumpió- ¿Acaso no podemos pecar aunque sea un poco? Vamos Carisi, sé que te gustó.
-Aghhh -suspiró- está bien, lo admito una vez más, pero... ¿Qué dirán los demás si se enteran de lo nuestro?
-¿Acaso te importa lo que digan los demás? Sólo vivamos nuestra vida y ya -tomando su mano derecha-
-De acuerdo.

Barba lo llevó a un restaurante en Brooklyn, después de cenar, tomó ambas manos de Sonny.

-Carisi, quiero que seas más que un compañero, te amo tanto y lo oculté por días, pero ya no puedo más. Así que... ¿Qué dices? ¿Puedo ser tu novio? Te haré muy feliz a mi lado.

Hubo una breve sonrisa entre ambos, y después de unos segundos...

-Claro que sí, arriesgaré todo por estar a tu lado, nada me haría más feliz que intentar algo contigo, además, siento algo muy diferente contigo...

Ese día fué el más emocionante para ambos, estaba más que claro que se amaban, a pesar de ser muy diferentes entre sí, de algún modo u otro se entendían perfectamente.

Romance en el Tribunal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora