IV. Cuatro Paredes // Persepción Quebrada

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DÍA 61

La bañera está a una distancia excesivamente alta del suelo. Al ver lo lejos que estoy del final y lo pequeñito que se torna, siento estar al borde de lo alto de un edificio y observar el abismo de la caída ante mí, lo cual me produce vértigo.

El... veo el techo moverse... de un lado a otro, balanceándose. Se ondulea, da vueltas y cambia de forma en conjunto con las paredes. De vez en cuando me saca una sonrisa, y me marea la vista. Y, a veces, baja y me aplasta, cuando duermo con los ojos abiertos.

Mis piernas ya no tienen fuerzas. Ya no. Mis dedos duelen al intentar estirarlos o moverlos articuladamente. Duelen mucho. Mi rostro empeora con el pasar del tiempo. Lo siento en mí, deteriorándome. Me niego pensar en comida o en algo dulce porque el hambre despierta y me retuerce el estómago. Es como una patada interior.

Estoy postrada en la bañera, como una mujer sin vida. Y, aunque debería salir, mi estado me lo impide totalmente. Pero, de igual manera no confío en que me sentiré mejor si salgo fuera del baño; todo lo contrario, ya nadie puede ayudarme. No quedan personas sanas en algún lugar, de eso ya estoy convencida. No he visto a ninguna otra alma pasando por esto, solo yo y...

Me siento diminuta dentro de esta caja vacía, porque a pesar de que la luz se marcha dejándome en plena oscuridad, los orbes de colores aparecen e iluminan. No vienen a lastimarme, más bien los veo como luces amistosas. Soy su anfitriona de fuegos artificiales; no dañan, y se sienten cálidos cuando logró alcanzar a uno con mis dedos antes de que se evaporen en la nada.

Me he preguntado si... s-si estoy soñando, varias veces... Hay una voz que siempre me habla, su tono es muy suave y serena, a comparación de las demás; ésta, en particular, la siento cerca de mi en todo momento, diciéndome: "No te duermas" "Observa tu yo" "Sal de aquí" "Abre tu pecho"

 Hay una voz que siempre me habla, su tono es muy suave y serena, a comparación de las demás; ésta, en particular, la siento cerca de mi en todo momento, diciéndome: "No te duermas" "Observa tu yo" "Sal de aquí" "Abre tu pecho"

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No puedo mantener una conversación porque cada rincón capta mi atención, cada uno tiene algo para mostrar, ¿sí? ... Las aves van y vienen, se meten y salen de cada mosaico, pero cuando se estrellan en uno es un asco, porque todo cae sobre mí... Mi cabeza se parte en dos... Los hormigueos perduran más tiempo, y no sé cómo pararlos.

Siento mi garganta con un nudo constante. Una cuerda girando en mi cuello. Con esa sensación dolorosa en el pecho que todo ser humano experimenta. Las lágrimas salen por si solas, y cuando ya no puedo más todo el lugar llora conmigo.

El espejo se ha roto, por mi culpa. Hay trozos de vidrios por todo el suelo, y manchas de mi sangre en estos.

He abierto mi piel, para remover lo que se escabullía dentro, pero no lo logro sacar, se me escapa lo que tengo por debajo de mi piel.

"Voltea"

Bueno. No me gusta como me veo. Odio profundamente como me veo. El ataque qué llevó a pelearme conmigo misma es por causa de mis pensamientos pasados e intrusivos; me invadieron, me juzgaron y me atacaron, se volvieron tan intensos qué no pude controlarme.

Han querido tumbar la puerta salvajemente y he aguantado el pánico a tapa boca. No sé quién o qué. No sé realmente si sigo estando segura aislada aquí dentro, pero no me atrevo a salir, aún no me atrevo. Y ya han entrado en la habitación, y no sé cómo, pero mi silencio no los llamará, es mi camuflaje de mí para ellos. Eso quiero creer.

A pasar las horas me he preguntado, ¿por qué sigo aquí? ¿Por qué sigo viva? ¿Por qué no me ha afectado en nada comparado a lo que les pasó a todas las personas? ¿Por qué aún no soy un animal come gente?

Ya he perdido la noción del tiempo, no tengo idea si es de día o de noche en este momento.

Extraño pasear por la arena húmeda mientras mis amigos caminan a mi lado.
Extraño disfrutar de mis días libres fuera del trabajo y poder hacer lo que yo quiera cuando yo quisiera.
Extraño mi hogar, mi apartamento; poder cuidar de mis plantitas, escuchar música y relajarme en las tardes.
Extraño a la abuela Roci, mi vecina y mi mejor compañía.
... Y, a ti. Oh, cuanto te extraño amigo, mi hermano de vida, mi hermano de alma. Me haces mucha falta.

Me siento tan rota por dentro, mi cerebro tan colapsado y frustrado, tan dispersa de mis cabales, tan sola.

"Aquí estamos (eco)"

No sé si llegaré a ver el sol una vez más, y si he de hacerlo... yo solo quiero...

 yo solo quiero

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Eᥒ ᥒᥙᥱstrᥲ mᥱmorιᥲ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora