Larga vida al Rey

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La nación Occidental se encontraba sumido en su propia tormenta, pasando semanas del escándalo a finales de Enero el rey Wharton III sucumbió a su enfermedad en la tranquilidad de la noche mientras dormía.

El príncipe Heinrey despertó ese día con la noticia, escuchando el sonar de las campanas que anunciaban la muerte y el nacimiento de un nuevo reinado.

Su cuñada, y el resto de nobles se arrodillaron ahora como vasallos ante su nuevo rey.

-Su majestad, me entrego a su total servicio.-Gesticulo la ex-reina únicamente haciendo más real lo que veía ante él, con todos arrodillados mientras el se mantenía de pie, no es ya el príncipe.

No tuvo la oportunidad de decirle a su hermano que tan horrible se sentía, que lo sentía por ser tan ambicioso aveces, sus ojos se cristalizaban sintiendo el nudo se subía por su garganta que le obstruía el articular cualquier preguntar por su hermano mayor a alguno de ellos.

Él era la culpa que su vida terminará tan pronto, era lo único que le quedaba ya que perdió por ahora a Navier, se sentía hueco y con un agujero que derramaba su agonía con solo respirar, pero el mundo no se detendría nunca para consolarlo, ni el pueblo de occidente.

-Larga vida a Heinrey Lazlo.



Mckenna tuvo que sacar ocho brazos de alguna manera, Heinrey estaba demasiado distraído para el día de la coronación, y cuando le untaron el aceite en su frente y le colocaron la corona en la ceremonia, no se levanto como espero por tanto tiempo.

El rey no estaba feliz, engreído o siquiera frustrado por la nación que ahora recaía en sus hombros, en cambio parecía perdido mirando al frente, como una estatua aburrida.

No pregunto por Navier hasta que cayó la noche, en la residencia del rey, en el salón del festejo había suficiente distracción para que pueda desaparecer un momento, hoy se coronaba y mañana se realizaría el funeral del difunto.

A solas, se sentó a tomar una buen trago de vino, mientras veía desde el balcón en dirección al lejano oriente, y más allá imaginaba la nación donde aún estaría atrapada su futura reina.

Pero... sabía que aún si llegará a él, sería difícil regresarle el amor a sus ojos.. cuando apenas empezaba a raspar el exterior duro de su corazón la perdió denuevo, una lágrima silenciosa pasó por su mejilla.

-Dame una actualización sobre el asunto de mi reina y su familia ¿Está segura y en camino?

Mckenna quien había supervisado de cerca el recorrido mediante cartas con la señorita Rastha, leyó cada una de sus actualizaciones hasta ahora, sacó la última de su saco y la extendió para leerla.

-Justo hoy llegó una actualización de la señorita Rastha... al parecer el camino esta asegurado, será llevada al punto de encuentro en medio de nuestras fronteras en dos días, por otro lado la familia Trovi esta segura en el palacio viejo a las afueras de la capital.. pero no han sido muy cooperadores. -Explico.

Heinrey imagina que a de ser el mal comportado hermano de Navier, Kosair... será difícil ganarse la confianza de la familia Trovi, les había devuelto parte de la dignidad a como los habían encontrado, demacrados y sucios, volvieron a vestir ropas finas y buena comida alojados en el palacio histórico de todo el reino.

No trataría más con ellos que eso, pero dadas a las circunstancias debe ser hora de empezar a mostrarles sus intenciones verdaderas con Navier si quería recuperarla.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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