Cruzar los dedos

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Heinrey estaba más que desolado a solas en su calabozo, siquiera tenía las fuerzas para pensar que pasaría a continuación después de ese desastre abismal.

No tenía algún medio con el cual contactar a Mackena y los barrotes eran estrechos para que su forma de pájaro pasará fácilmente, su única fuente de luz era la pequeña rejilla en la puerta y tan solo eran las luces de las antorchas.

Su hermano vendría a rescatar la poca dignidad que le quedaba y era más desastroso esperar allí como todo un perdedor ¿Cómo es que su perfecto plan termino así?

Aún habían galletas en el piso mojado, arruinadas de cualquier sabor delicioso que hubieran llegado a tener cuando las tiro. 

Cayó tan bajo para escuchar de principio a fin de la amante analfabeta del emperador.

Sabía cuanto daño le hizo su reina ella, y termino aceptando su trato, por otro lado también le respondió la angustiosa duda del motivo de su visita tan extraña para las circunstancias. 

La pieza que no encajaba tomo forma para él en todo esto, al parecer el maldito de Ergi había tenido algo que ver con que todo terminará tan desastroso..

Le hervía la sangre solo recordar, Mackena antes le había advertido de él al meterlo en el plan pero sus motivaciones congeniaban para la resolución de lo que hubiera sido su gran victoria.

No era la persona más simpática, había oído de su pasado de una forma tan seria que no hubo sospecha alguna de que estaba muy lleno de odio al Imperio del Oriente, creyó que estaba tan desesperado para ayudar a su plan.

Fue la incorporación para ser una fuente interna de información en el palacio, y había sido leal al plan, hasta que llegado algún momento dejó de serlo y no lo supo hasta que lo arrastró cobardemente.

Ya había desatado su ira hace unos cuantos minutos después de saberlo, responsable era ahora que sus nudillos ardieran y gotearán algo de sangre, que su frente estuviera sudorosa como el resto de él.

¿Cuándo cambió?

¿Cuándo dejo de ser parte del plan?

¿Cómo Ergy tuvo el pensamiento de que era alguien que amenazará su plan personal?

Rastha no le contó tantos detalles, no esperaba mucho y no es como si fuera alguien de confianza para siquiera ahora pensar firmemente que Ergy era el perro traicionero.

Pero estaba tan enojado, furioso y lleno de impotencia que para él todo encajaba en el relato.

Su ausencia en el baile, el hecho de que tuviera el atrevimiento de acercarse aveces a Navier luego de que fuera obvio de que tenía un interés en ella.

Navier...

También la perdería pronto si no actuaba rápido, era obvio y fue parte eso el trato que tuvo con la mujer.



-Navier tendrá un desenlace poco agradable después del juicio, ya este viva o muerta será condenada al desprecio de todo el Imperio en la historia.-Sonaba todo menos triste por ella, su tono era una fingida pena que le daban ganas de golpearle la cara a Heinrey, quien pocas veces llegaba a pensar en hacerle daño así a una mujer.

La mujer enfrente a ella le hizo pasar dolor desde que se metió en el palacio y todo lo que le hiciera llorar a su reina era algo que despreciaría siempre, pero ahora él no estaba en posición para pensar que fuera digno aún de proteger su felicidad cuando ahora era la causa de su descenso. 

El perfecto final para la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora