Buena comunicación

8 - Un cobarde amor

Crowley y Aziraphale se besaron un largo tiempo hasta que se separaron un momento, al verse las caras los dos desviaron la mirada avergonzados. Crowley no sabía qué decir, sentía que ahora era más difícil decir algo que no suene estúpido. Fue entonces cuando comenzó a ver la cabaña donde estaban, con todo lo que había pasado ni siquiera le había prestado atención.

Era en su mayoría de madera, con un color que daba una sensación muy acogedora, también le sorprendió lo bien combinado que estaba todo con un estilo rústico, además de estar casi todas las paredes con bibliotecas llenas de libros y al ver hacia arriba nota que las luces no eran simples lamparas sino que eran unas bellas arañas de techo también de un estilo rustico. "Acabo de confesarme a un miembro de la Familia Fariseo" piensa viendo todos los lujos a su alrededor. Se preguntó qué sucedería primero, que su familia lo asesine por el cambio de carrera, por el cambio de orientación sexual o por no aprovechar los contactos que seguro tiene Aziraphale. La verdad salir con él tendría muchas más implicaciones de las que ni siquiera podría imaginar. 

El suave agarre de Aziraphale en su brazo lo sacó de sus pensamientos, Crowley le mira y aún avergonzado este hace una señal hacia el bolsillo de su pantalón, dándose cuenta entonces que su celular no dejaba de vibrar. Al sacarlo ve bastantes mensajes de Newt y Anathema preocupados, entonces comienza a abrirlos poniendo mala cara.

- Creo... que Anathema nos matara cuando nos vea - comienza a escribir en su celular avisando que todo está bien y se encontraba con Aziraphale -

Aziraphale le vio preocupado y tomó su celular escribiéndole a Crowley.

- ¿Yo? ¿Por qué?

- Tal vez porque desapareciste de la faz de la tierra sin contestar ningún mensaje - le recrimina -

Aziraphale mira para el costado avergonzado y haciendo pucheros.

- No tenía ganas de hablar - escribe -

- Y pagarás las consecuencias por eso - bromea ya más calmado -

Aziraphale se preocupó pensando en lo aterradora que podría ser Anathema, arrepintiéndose de ser tan desconsiderado.

El silencio volvió a dominar la sala, a cualquiera de los dos les estaba costando verse hasta que el rugir del estómago de Aziraphale rompe con el silencio.

La cara de Aziraphale pasó a estar completamente roja y Crowley no pudo evitar reír.

- ¿Podemos - sigue riendo - seguir estando incómodos mientras comemos algo?

Aziraphale afirma avergonzado y juntando valor para tomar la mano de Crowley para guiarlo a la cocina. Crowley no pudo evitar avergonzarse un poco, al sentir la mano de Aziraphale; sin embargo, le correspondió "¿Tengo 16 o qué?", se dice a sí mismo pensando en cómo una simple caricia lo había puesto así. Aziraphale le guio hacia la cocina, al entrar Crowley nuevamente se vio deslumbrado por un lugar que con suerte pensó vería en las revistas, como lo era una cocina donde había tanto espacio que la mesa para cocinar estaba en el centro de la habitación y encima colgando varios utensilios de cocina.

- No sé si podré acostumbrarme a esto - murmura -

Aziraphale se da la vuelta sin haber entendido bien lo que dijo.

- Nada - dice riendo - ¿almorzaste?

Aziraphale niega.

- Somos dos - dice recordando que salió corriendo, apenas supo dónde estaba Aziraphale - ¿Tienes algo que podamos cocinar?

Aziraphale afirma positivamente y abre una heladera llena de comida.

- ¿Cuánta gente vive aquí? - dice Crowley viendo la cantidad de comida -