14 - Van Gogh

285 38 64
                                    


Crowley miró a través de la ventana del taxi en el que viajaba, estaba por llegar a su destino, había sido un viaje muy largo donde había tenido tiempo para pensar lo que le diría, sin embargo, no lo había usado para eso. Repaso la escena una y otra vez en su mente, las seis horas de regreso solo fueron una película que se repetía una y otra vez.

Noto un camino que se le hacía conocido y por un pequeño lapso demasiado corto de tiempo, al ver la cabaña donde declaró su amor a Aziraphale, no pudo evitar sonreír.

Al bajar noto al padre de Aziraphale en la puerta esperándolo, no hablaron, simplemente lo ayudó a dejar sus cosas en la entrada.

- Hubiera preferido no tener este encuentro - dice Jacob algo desilusionado -

- Usted puso las condiciones - dice decaído -

- ¿Ahora me tratas de usted? - intenta bromear aunque sabía que no era momento y cambió su expresión a una más seria - acompáñame.

Crowley dejó sus cosas y acompañó a Jacob sin saber exactamente a donde iban, de camino noto que pasaba el guardia que la última vez le había pedido su identificación, este lo saludó y siguió con su trabajo.

- ¿Ahora no necesita mi identificación? - susurra con tono  molesto de la hipocresía -

- Ya estás en la lista - dice Jacob - siéntete libre de venir cuando quieras, aunque te recomiendo preguntarle a Aziraphale si no hay nadie antes.

- No vendría aquí si Aziraphale no estuviera - agrega sin mucho ánimo de seguir charlando -

Siguieron caminando en silencio hasta que noto que estaban acercándose a una parte del lago que tenía una pequeña cabaña con varios botes pequeños. Crowley vio en los alrededores sin entender a qué venían a este lugar y luego dirigió su mirada al padre de Aziraphale.

- ¿Sabes pescar? - pregunto Jacob -

Crowley negó con la cabeza.

- Ayúdame a llevar todo - continúa Jacob -

Crowley siguió las órdenes, en silencio cargaron varias cosas que Jacob le alcanzaba y emprendieron con uno de los pequeños botes hacia el medio del lago.

Jacob quedó mirando a la nada un momento y luego le entregó a Crowley una caña de pescar dándole indicaciones de cómo debía hacer para lanzar el anzuelo. Una vez el ruido del cebo cayendo al agua se disipó un incómodo silencio volvió a reinar entre ellos.

- Yo... - Jacob retomó la charla - creo que preguntarte cómo te fue es redundante - mira su caña - dado que mi condición que vinieras aquí solo era si las cosas salían mal - vio que Crowley apretaba sus manos a su caña - ¿Aziraphale ya lo sabe?

Crowley movió la cabeza indicando que no.

- Deberías avisarle para que venga.

- Pensé que querría que estemos solos - dice casi en un susurro sin dejar de ver el anzuelo en el agua -

- Sí, pero le llevará un rato venir.

- No está tan lejos.

- Sí, pero no creo que esté despierto.

- Él madruga siempre - responde indiferente -

- Tuvo un día difícil.

- ¿Por qué? - Crowley levantó un poco la mirada preocupado -

- Creo que me contagie de tu arrebato de valentía - deja su caña con cuidado en un soporte y saca un recipiente con comida - espero me perdones, pero tengo el mismo apetito que mi hijo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Buena comunicaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora