El vecino [Riverducción]

III

—Última vez que dejo desmadres para después. Ahora tengo que hacer todo en chinga.

Rivers se maldijo por haber dejado el set up sin armar, ahora tenía que arreglar todo a último momento y prendería tarde para el stream.

Agarró una sudadera del clóset, una monster del refrigerador y prendió. Esperó los 5 minutos de intro del stream que siempre hace y finalmente prendió la cámara —¡Hola! Como están?

Miraba su chat, todos estaban emocionados de verla después de varios días, ya se comenzaba a sentir su ausencia en su comunidad.

—Les voy a contar la travesía que fue llegar aquí y el por qué prendí tan tarde.

—Bueno... primero, el día de que venía para acá no aparecía mi pasaporte, o sea, encima de que me levanté tarde no aparecía mi pasaporte y la Ari me dio una regañada que ni mi mamá, cabrón. Pero si pude llegar al avión-

Un fuerte ruido llamó la atención de la rubia.

—¿Escucharon? Los vecinos están taladrando o qué?

Se quedó en silencio leyendo el chat.

—Bueno.. como les decía, tengo un proyecto que les va a encantar, de verdad, esto lo hago con mucho amor y esfuerzo para ustedes, espero les guste. Ya saben que me gusta hacer cosas que ustedes les guste-

Otro ruido se hizo presente a través de la pared, ahora siendo más fuerte acompañada de música alta. El ruido comenzaba a irritar a Rivers, apenas llevaba días en el departamento y ya le estaba pasando esto. Seguro de eso hablaba Molly esta tarde.

—Esperen gente, ahora vuelvo— La rubia muteó el micrófono, se quitó los audífonos y salió del cuarto. Salió a su sala, tomó sus pantuflas y salió del departamento para ponerse frente a la puerta de al lado y comenzó a tocar esta.

Tocó y tocó sin obtener respuesta hasta que finalmente se abrió la puerta. Al abrirse dejó ver a un hombre pelinegro frente a ella, con el pelo despeinado, vistiendo una camisa blanca y unos pantalones finos y en su mano un vaso con alcohol.

—¿Qué pasa?

—Estem.. hola... solo te quería pedir si puedes bajar la música, se escucha mucho en mi habitación y los golpes también.

El pelinegro la miró de arriba a abajo —¿Eres nueva aquí?

—Si.

—No sabes quien soy ¿verdad?

—No, apenas te conozco.

Una mujer rubia salió detrás del hombre
—Cariño, ¿qué pasa? Ya vuelves?— Estaba borracha y vestía una falda corta y un corset, pero no era la rubia que había visto antes.

—Vuelve adentro, ya vuelvo con ustedes, hermosa— La rubia hizo caso.

—Entonces... rubia, le bajaré a la música.

—Gracias— Rivers volvió a su departamento.

—Perdonen gente, estaba haciendo algo.

Rivers volvió a su stream y siguió por unas 3 horas hasta que apagó. Se levantó de la silla del set up y se dirigió a la cocina —Ese cabrón no bajó el volumen de la música— Se quejó.

Pidió algo de cenar por su celular, se metió al baño para tomar una ducha caliente, cenar y ver alguna película.

                                          •••

Una notificación llegó a su teléfono, era el delivery avisando que ya la comida estaba en recepción —Mierda— No estaba con el mejor aspecto dado a que había salido del baño, tenía el pelo mojado y una camiseta unas tallas más grandes que la de ella.