Fui asesinada, pero gracias a un amuleto mágico, fui transportada al cuerpo de otra persona.
Este nuevo cuerpo no tenía una familia que la quisiera ni un novio que la valorara. Así que, con la ayuda de una liga de villanos, escapé a otra ciudad y co...
Observé con atención la ciudad destrozada. Los gritos pidiendo ayuda y el sonido de los edificios derrumbándose no me dejaban concentrarme en hallar al culpable que causó esta situación.
No había pasado mucho tiempo desde que comenzó el ataque, pero ya había causado un gran desastre del cual no sería fácil recuperarse.
- ¿Cómo se encuentra la situación, Hawk Kai? - preguntó el capitán acercándose a mí con una expresión seria.
- La situación no está nada bien. Hay muchos estímulos que no me dejan concentrarme en el causante de esta situación. - Escuchar a la gente gritar por ayuda y no poder ayudarlos me ponía muy tenso y preocupado, y el capitán parecía notarlo.
- Haaa... Ve a salvar a la gente, yo buscaré al culpable.
El capitán saltó del edificio donde nos encontrábamos, dejándome solo. Lo observé unos segundos antes de alzar mis alas y volar hacia donde se encontraban los inocentes pidiendo ayuda.
Miré a mi alrededor, asombrada. Realmente, la destrucción en la ciudad era más grande de lo que imaginaba. Y todo era mi culpa.
- ¡HAHAHA!
No pude evitar reír emocionada. Finalmente, después de meses de abstinencia, pude liberar mis poderes sin ataduras ni reclamos por parte de mis superiores.
- ¡Valió totalmente la pena haber roto esas malditas cadenas de restricción! - chillé con alegría mientras observaba a mi invocación destruir la ciudad.
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- ¡Destruye todo, mi hermoso parásito kréas! - Sonreí mientras veía a mi parásito seguir mis órdenes.
El olor a sangre y el ambiente tenso eran realmente excitantes para mí. Ver a todas esas personas corriendo para salvarse hacía que algo dentro de mí se sintiera satisfecho.
