Fui asesinada, pero gracias a un amuleto mágico, fui transportada al cuerpo de otra persona.
Este nuevo cuerpo no tenía una familia que la quisiera ni un novio que la valorara. Así que, con la ayuda de una liga de villanos, escapé a otra ciudad y co...
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─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── ⋆⋅☆⋅⋆ <<Pov Han Joon-Woo>>
Llegué al salón de clases con mis amigos, riendo y conversando sobre el partido de fútbol del día anterior. Al entrar, notamos a Cirse dormida en su asiento junto a la ventana. Había algo extraño en ella; su expresión parecía más tensa de lo habitual, como si estuviera en medio de una pesadilla.
—Hey, ¿no es Cirse? —dijo Min-ho, señalándola con la cabeza—. ¿No se supone que está castigada o algo así?
—Sí, no vino estos últimos dos días —respondió Ji-yeon, frunciendo el ceño—. Me pregunto qué le habrá pasado.
Nos acercamos a nuestros asientos, todavía mirando a Cirse de reojo. Sabíamos que su vida familiar era complicada, pero no teníamos muchos detalles. Solo rumores y especulaciones.
—Tal vez sus padres adoptivos la castigaron de nuevo —sugirió Min-ho en voz baja.
—Oye, cambiemos de tema —dijo Ji-yeon rápidamente, no queriendo entrar en detalles oscuros—. ¿Viste el golazo que metió Jisoo ayer? Fue increíble.
—Sí, lo vi. Fue impresionante —respondí, tratando de apartar la mente de Cirse por un momento.
De repente, un grupo grande de amigos, tanto chicos como chicas, entró en el salón. Eran los más ruidosos de la clase y siempre buscaban una oportunidad para meterse con alguien. Como era de esperar al ver a Cirse dormida, sonrieron y se acercaron a la señorita Park, la presidenta de la clase que justamente acababa de entrar al salón.
—Señorita Park, ¿por qué no le juega una broma a Cirse y la despierta? —dijo uno de los chicos, riendo.
—Sí, vamos, sería divertido —añadió una de las chicas, con una sonrisa traviesa.
La señorita Park, siempre dispuesta a mantener el orden, a veces disfrutaba de hacer una que otra broma ligera a nuestra clase. Esta vez no fue diferente, así que asintió con una sonrisa y se acercó a Cirse con una expresión de burla. Levantó la regla que siempre llevaba consigo y, sin pensarlo dos veces, la bajó con fuerza sobre la mano de Cirse.
—¡DESPIERTA! —gritó, golpeando la mano de Cirse. El sonido del golpe resonó en el salón, y algunos de mis compañeros comenzaron a reírse.
—¡Oh, Dios mío, eso fue rudo! —dijo Min-ho, riendo.
—Pero miren, ni siquiera se movió —apuntó Ji-yeon, notando que Cirse apenas reaccionó con un pequeño quejido y una cara de susto.
Lo que sucedió después fue algo que jamás olvidaré. Los ojos de Cirse, normalmente de un rosa pálido, comenzaron a brillar intensamente, y su mirada se volvió oscura, casi inhumana. Antes de que alguien pudiera reaccionar, se levantó con una velocidad increíble y agarró a la señorita Park por la cabeza.
