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Al ser llevado al coliseo, quedó fascinado. Nada de lo que había visto antes se comparaba con esa maravilla. Simplemente, era deslumbrante.
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Para culminar la sorpresa de TN, miles de ángeles comenzaron a sobrevolar el coliseo. Sin embargo, sus atuendos desconcertaron a TN; la imagen que tenía de los ángeles era completamente diferente. Estos ángeles vestían de negro, cuernos sobresalían de sus cabezas y sus aureolas eran oscuras.
El contraste era notable. Emily, un ángel hermoso y celestial en su percepción, contrastaba radicalmente con estos ángeles siniestros. TN los observaba con asombro y desconcierto. Entonces, los ángeles empezaron a abuchearlo y a gritarle palabras grotescas, sumiendo a TN en una mezcla de confusión y temor.
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TN ignoró los gritos y las burlas que le dirigían los ángeles oscuros. Decidido a mantener la calma, alzó la vista hacia el cielo, donde una silueta comenzó a hacerse visible entre las nubes. Era Adam, y llevaba consigo un objeto inesperado: ¿una hacha?
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