Los Títeres Del Rey

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en la torre hay poca luz, y la ventana no ayuda mucho, pues la noche empezó a extenderse en el cielo.

Un manto oscuro salpicado por puntitos brillantes que sirven de compañía a aquellos que la añoran tanto.

En su escritorio, la Niña de la Torre se siente ridicula escribiendo sobre ella en tercera persona. Le da una sensacion de alturismo innecesaria a la situacion.

Ya que es solo una niña que escribe la vida de otras personas, pero no se preocupa de la suya.

Decide interrumpirse para mirar por la ventana, y se alegra de ver que él esta ahí.

Una figura brillante entre los tonos oscuros tan caracteristicos de la noche.

Pero su sonrisa se le borra de una pasada al ver que sigue deprimido.

El Joven de Plata siempre esta deprimido, porque se arrepiente de todo lo que a hecho desde que salio por la puerta de su casa con la idea de ser algo... y termino siendo nada.

Hoy en la tarde fue a hablar con los grillos, a contarle sus penas.

Les conto que se arrepentia mucho de haber abandonado a su padre, de haber salido en busca de la libertad falsa que le habian prometido, de no tener el valor para salir de ahí...

Ahora mismo él esta apoyado en la pared del castillo, espada en la cintura y antorcha en mano, haciendo la ronda nocturna, cuando algo llama su atencion.

Una figura que se camufla con la noche y se mezcla de forma agraciada con sus colores.

Camina por los altos muros del castillo como si no pasara nada, como si no pudiera caerse. Incluso da un par de saltitos antes de tropezar y empezar a descender peligrosamente rapido al suelo.

El Joven de Plata se apresura a acercarse para atrapar a la persona que desciende, pero sus esfuerzos son inutiles al ver como la figura oscura abre los brazos y unas telas en forma de membranas lo ayudan a descender con mas suavidad. Cae en el suelo, aterrizando con la punta de los pies, sin hacer el menor ruido.

Esta de espaldas al Joven de Plata, por lo que no se da cuenta cuando este intenta acercarse.

El Joven de Plata le a un toquecito en la espalda, y la figura de negro se voltea rapidamente, ocasionando que se le caiga la capucha.

Esto revela el destello de un rostro de piel de porcelana agrietada y una linea de pecas que recorren unos pomulos elevados, una nariz respingada y una nube de pelo esponjoso y rizado del color del fuego.

Y sus ojos.

Uno era normal, grande y con una pupila color oliva. El otro estaba vacio y lanzaba humo negro, como si estuviera quemandose. Y bastaba mirar un poco mas para darse cuenta que, efectivamente, ese ojo se estaba quemando.

El Enchapuchado mira con terror al guardia, y hubo un destello en sus ojos antes de darse vuelta y desaparecer en las sombras de la noche.

El Joven de Plata se queda confundido, con la mano extendida y una sensacion amarilla de curiosidad arremolinandose en su estomago.

Necesita saber quien era El Encapuchado.

Y porque tenia un ojo en llamas, y el emblema de la corte del Rey en la capucha.