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la noche trae un olor dulce que ella no pudo reconocer, pero le agradaba.

La luz de luna era poca, pero era la que ella necesitaba.

En esa luz se refleja mucho mejor los pedazos rotos.

Su saco esta casi lleno, eso es bueno...y tambien no.

Un puntito brillante capta rapidamente su atencion, atrayendola hacia él. Un pedazo de un corazon brilla reflejando la luz de luna.

Delicadamente, lo toma con sus manos enguantadas.

Es del porte de la uña de su dedo gordo, y parece estar aquí desde hace poco. Aun esta fresco, y trae la escencia de su dueño.

La Dama de los Corazones cierra los ojos, e intenta ver que le paso al dueño del corazon.

Las imágenes son borrosas, pero se entiende un poco.

El pedacito del corazon pertence a una niña.

No tiene mas de diez años.

El pedazo del corazon se desprendio del dueño cuando la anunciaron la muerte de su perro, hace un dia o dos.

La Dama de los Corazones abre los ojos, y guarda el trozo de corazon en su bolsa.

Camina a paso rapido por las calles, girando en una calle y desde esa doblando a la derecha, luego a la izquierda, luego a la derecha de nuevo, y ahí esta.

Una pequeña casa como muchas otras, con plantas consumiendo las paredes y el humo de la chimenea saliendo de un costado del techo.

Sin perder tiempo, entra a la casa y cierra la puerta detrás de ella.

La recibe el olor a hierbas y miel y madera que tanto le agrada.

Se quita las botas, los guantes, la boina, el pantalon, la chaqueta, la camisa, y mientas camina a su cuarto va desenrrollando las vendas alrededor de su pecho que usa para aplanar la superficie..

Cuando llega a su cuarto, saca su ropa de dormir, y delicadamente se la pone.

Va a la cocina, saca una taza, un poco de miel, un saquito con hierbas, y agua caliente.

Pone el agua en la taza que ella misma hizo, luego pone las hierbas secas en el saquito, y lo pone dentro de la taza. Despues de un rato quita el saquito, saca miel de un tarro y pone dos cucharadas generosas.

Toma la taza, se sienta al lado de su chimenea, y agarra su saquito negro.

Lo abre, y derrama el contenido por el suelo frente a ella.

Hay piezas de distintos colores y tamaños, algunas son de cristal, otras de porcelana, de madera, de metal, de carne e incluso de piedra.

Despues de terminar su té y separar las piezas en grupos organizados, se levanta, y lleva las piezas con ella.

Abre la puerta de una estanteria, revelando un monton de frascos con millones de piezas de corazones.

Ella colecciona piezas de corazones con la esperanza de encontrar todas las piezas del suyo, el cual perdio hace mucho tiempo.

Todas las piezas que estan ahí no tienen uso a menos que los dueños las reclamen, cosa que casi nunca pasa.

La mayoria de la gente del Reino pierde un pedazo de su corazon y nunca lo buscan.

Quizas por flojera, por miedo, o por quien sabe que.

Aunque algunas personas si las buscan, y entonces el pedazo del corazon emite un leve brillo, que es el mismo que su dueño emite cuando lo busca.

Ella busca el color del dueño, y al encontrarlo se lo entrega.

Ella deposita las piezas en sus correspondientes frascos, y se queda mirando el frasco del centro de la estanteria.

Tiene una sola pieza.

Nunca mas en toda su vida encontro otra pieza igual a esa.

Es grande, muy grande, y es de carne.

El tipo de corazon mas comun.

Entonces, ¿qué tiene de raro?

El hecho de que tiene tuercas, engranajes y gira a destiempo.

El pedazo del corazon es casi del porte de su dedo gordo entero, y nunca paro de brillar.

Pero ella nunca encontro al dueño.

Con un suspiro de un color azul profundo, cierra la puerta de su estanteria, y se dirije a su habitacion.

Lee un poco, mira la luna tambien, y el sueño finalmente la vence.

Mañana sera otro dia. 

Los Títeres Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora