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entre millones de tiendas, una un poco mas pequeña que el resto alberga un mundo mucho mas grande que cualquier otra.

Con sus tonos apagados y poca decoracion exterior no llama mucho la atencion, pero la mayoria de las cosas que se ven simples son las más complejas y fantasticas.

En el interior de la tienda apenas iluminada por un par de candelabros y lamparas de aceite, con paredes llenas de estanterias con casi todos los objetos que podrias imaginar e incluso mas complejos que parecen extenderse hasta el infinito, hay un pequeño escritorio de caoba con bordes desgastados y papeles con bocetos desbordandose.

En el pequeño escritorio hay un hombre con pantalones cafe y camisa desgastada arremangada al codo, encorvado en su escritorio, dibujando.

Sus lentes de ambar para ver las ideas fueron una buena inversión, solo le costaron una lagrima y un sueño no cumplido.

El hombre presiona su pecho y abre una de las gavetas que tiene.

Saca su corazon de la gaveta central y revisa el diseño, parece funcionar bien.

Pero sus esperanzas se desvanecen en tonos burdeos cuando una de los engranajes sale disparado del centro del corazón.

su frustracion torna el ambiente en tonos grises mientras se ajusta los lentes y toma su pluma para recrear el diseño de su corazón.

Deja el bombeante pedazo de tuercas y carne apoyado en frente de su hoja y empieza a trazar un nuevo mecanismo para que esta ves pueda sentir emociones propiamente tal.

Al tener un corazón de tuercas a veces hay fallos que no te permiten sentir las emociones que requiere la situacion.

Por eso el a veces sonríe cuando lo insultan, o llora cuando alguien le cuenta un chiste.

Esta concentrado en dibujar un plano perfecto cuando suena la campanilla que anuncia la llegada de un visitante.

Rapidamente, el Hombre del Corazón de Tuercas cierra la gaveta en centro de su pecho y se para un poco bruscamente de su asiento, asustando al recien llegado.

Es un muchacho de no mas de veinte años.

Viste una gabardina larga de color tierra clara, un sombrero fedora negro con una pluma azul en el costado, un pantalon de pana del mismo color que su abrigo con parches con girasoles en las rodillas y una camisa con tirantes y emanaba una ola de colores vibrantes y esperanzados, que contrastaban con el ambiente en tonos apagados que tanto le gustaba al Hombre del Corazon de Tuercas.

El joven lo saluda timidamente, y se quedo con los ojos como platos al fijarse en las gavetas en el pecho del Hombre del Corazon de Tuercas.

Este sonrio.

Le dijo al forastero que no se preocupara, que la mayoria de la gente se sorprendia al ver las gavetas en su pecho.

El joven le contesto que no eran sus gavetas lo que lo impresionaban, si no el hecho de que por fin habia encontrado a alguien de su clase.

El Hombre del Corazon de Tuercas se sorprendio al escuchar eso.

El joven se presento como el Cazador de Cuentos, y se desabrocho la camisa, revelando una ventanita redonda que contenia un corazón al otro lado del cristal.

El joven abrió la ventanita y saco su corazón, tenia la forma de un corazón de caricatura mas que uno real, cosa que era igual de desconcertante que uno hecho de tuercas y carne.

El Cazador de Cuentos le entrego su corazón al Hombre del Corazon de Tuercas; estaba completamente agrietado y le faltaba un gran pedazo en el centro.

El Cazador de Cuentos le pregunto al Hombre del Corazon de Tuercas si es que podia arreglarlo, ya que en la fachada de la tienda habia un gran cartel que decia que dentro del local se arreglaba de todo.

El Hombre del Corazon de Tuercas asintio y dijo que no le tomaria mas que unos minutos reparar el corazón.

El Cazador de Cuentos le agradecio y se sento en el sillon que le indico el Hombre del Corazon de Tuercas. 

Los Títeres Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora