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Capítulo 13

Los dos decidieron pasar por un café para tomar un respiro. Al entrar, se sentaron en una mesa para dos personas. El espacio era bastante limitado, sólo había dos sillas y una mesa pequeña y acogedora.

Gracias a esto, Shin Tae-oh, que medía 190 centímetros de altura, y Se-hyun, que medía 183 centímetros de altura, se vieron obligados a girar y doblar las piernas para meterse en el área estrecha. Tuvieron que doblar las piernas apuntando hacia afuera, lo que hacía que sus rodillas se elevaran.

Se-hyun observó a Shin Tae-oh tomando un sorbo de café. Ya sea por el rico aroma del café o por el ambiente tranquilo en comparación con un café típico, la expresión de Shin Tae-oh parecía...

Exactamente como un gato satisfecho.

“Es muy bonito aquí. ¿Cómo lo encontraste?"

"Busqué en Internet".

"Oh... había una manera fácil".

Cuando Shin Tae-oh inclinó la taza de café, el líquido del interior se movió como si fuera a derramarse. ¿Qué estaba haciendo este adulto?

Se-hyun, que no podía decirle que no lo hiciera en voz alta, silenciosamente tomó una servilleta.

“Como era de esperar, no me quitas los ojos de encima. Secretario Ahn”.

Shin Tae-oh se rió entre dientes mientras miraba la servilleta en la mano de Se-hyun.

“Si derramo café, ¿me limpiarás los dedos?”

"Pido disculpas. Es para limpiar la mesa”.

“Oh… la mesa. La mesa parece más importante que yo”.

Los ojos de Shin Tae-oh se posaron en la mesa. La mesa era demasiado pequeña y linda para que dos hombres se sentaran uno frente al otro.

“¿Te la compro?”

‘No, gracias’.

Se-hyun miró a Shin Tae-oh, que estaba examinando cada centímetro de la mesa.

“No es porque la mesa sea importante. Es sólo para limpiar el lugar por donde pasó el director ejecutivo”.

Si alguien reconociera a Shin Tae-oh y viera una mancha de café dejada por él, podría afectar la imagen de la empresa.

Como secretario, también debía cuidar la imagen pública de su jefe. Afortunadamente, Shin Tae-oh era una persona bastante decente y agradable, por lo que Se-hyun no sentía ninguna carga moral al preocuparse por su imagen.

"¿Ah, de verdad?"

Shin Tae-oh debió haber pensado en la respuesta de Se-hyun y deliberadamente inclinó más el vaso. El café, que había estado a punto de desbordarse hace un momento, cayó impotente. Se-hyun suspiró para sus adentros al verlo correr por los dedos de Shin Tae-oh y gotear sobre la mesa.

'¿Por qué es así?'

No importa cuánto intentó Se-hyun ser comprensivo, Shin Tae-oh siempre logró crear situaciones así al menos una vez. Se-hyun canceló su pensamiento de que Shin Tae-oh era sofisticado de hace apenas unos momentos. Es solo un adulto que no es digno de su edad.

De todos modos, Se-hyun inmediatamente limpió la mesa con la servilleta que había preparado. Luego sacó un pañuelo de su bolsillo y lo envolvió sobre los dedos de Shin Tae-oh. Sus dedos eran más largos que el pañuelo doblado en cuadrados, por lo que los extremos sobresalían. La persona que necesita atención dos veces es aún más molesta.

"Por favor, límpialo".

"Este es el problema del secretario Ahn".

Shin Tae-oh no tomó el pañuelo ni retiró la mano. Simplemente miró el pañuelo y de repente señaló el problema de Se-hyun.