Capítulo 99

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Dicen que la gente hace cosas que normalmente no haría cuando se ve acorralada. Por eso Se-hyun soltó semejantes tonterías.


Y después de decirlas, se sintió avergonzado. Era sorprendente cómo Shin Tae-oh, que era tan bueno diciendo esas cosas, no cambió su expresión en absoluto.

"De eso ya nos preocuparemos más tarde".

Shin Tae-oh sonrió y se inclinó para besarlo. Como inclinó la cabeza hacia un lado mientras se acercaba, sus miradas no se cruzaron, pero eso no hizo que fuera menos vergonzoso.

Se-hyun cerró los ojos y decidió no mirar a Shin Tae-oh a la cara. Continuó besándolo, ignorando las risas ocasionales que escuchaba. Aparte de eso, no había señales de que su rostro enrojecido se calmara...

"¿Sabes que todo tu cuerpo se está poniendo rojo ahora mismo?"

Mientras Shin Tae-oh le acariciaba la mejilla y luego deslizaba su dedo índice desde el cuello hasta la clavícula y el pecho, Se-hyun cerró los ojos con fuerza.

Ese tipo de caricias le resultaban desconocidas y extrañas, lo que hacía que su cuerpo se estremeciera con el deseo de detenerlas. Pero no podía seguir resistiéndose como lo había hecho cuando Shin Tae-oh le estaba quitando la ropa interior.

Intentó soportar esa mentalidad, pero, por supuesto, Shin Tae-oh no lo dejaría en paz.

"¡Ah!"

Los ojos de Se-hyun se abrieron de golpe cuando Shin Tae-oh le pellizcó ambos pezones. Sus ojos se encontraron directamente con los de Shin Tae-oh y comprendió la situación por la sonrisa de Shin Tae-oh.

"Eres sensible."

"¿Puedes mantener la boca cerrada, por favor?"

Sabe exactamente cómo se siente estar acostado debajo de él.

"Pero lo estás sintiendo."

Rascando suavemente sus pezones con las uñas, presionando ocasionalmente hacia abajo, estaba jugando con el cuerpo de Se-hyun hasta el punto de la locura.

Especialmente porque el pre-semen goteaba sobre su estómago debido a estos toques.

"Aquí también puedo oler las feromonas".

Shin Tae-oh miró fijamente antes de inclinar la cabeza para morder sin previo aviso.

Se-hyun agarró frenéticamente todo lo que pudo y se dio cuenta de que era el cabello de Shin Tae-oh. Revisó ansiosamente para asegurarse de no haber tocado la herida de Shin Tae-oh y suspiró aliviado cuando vio que no la había tocado. Su corazón se aceleraba por el susto.

"No me asustes así."

"Eso va a ser imposible".

Shin Tae-oh habló con total naturalidad, como si todo lo que estaba a punto de suceder fuera a sorprenderlo. No perdió la oportunidad de morder nuevamente el pezón de Se-hyun. Sus dientes mordisquearon el pequeño brote, haciendo que Se-hyun arqueara la espalda en un intento de escapar, pero lo único que logró fue acercar a Tae-oh.

El otro pezón tampoco se salvó. Estaba siendo atormentado entre los dedos de Shin Tae-oh, por lo que Se-hyun, además de la humedad entre sus piernas, tuvo que soportarlo mientras respiraba con dificultad.

"Ya... basta..."

Intentó mover las manos detrás de la espalda para agarrarse a la cama, pero le resultaba difícil soportar el peso de Shin Tae-oh. No porque Tae-oh estuviera poniendo todo su peso sobre él, sino porque Se-hyun seguía perdiendo fuerza. Debería haber reconocido esta persistencia cuando se estaban besando.

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