Capitulo 9

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Pasaron par de días donde todos estaban a cargo de enseñarle al nuevo toda la baia, y el cuartel, le enseñaron el camión de bomberos de marshall y la ambulancia, aquel leonberger aprendía bastante rápido, había mejorado bastante en sus habilidades.
Todos igual estaban algo... ¿como decirlo? Extrañados, aquel cachorro era todo lo contrario a Marshall, era alguien más serio, muy social, no le tenía miedo a prácticamente nada, y más, no era para nada torpe, era un hábil en cada entrenamiento que hacían, y nunca tropezaba con nada. Aún que el siempre trataba de entablar una conversación con alguno del equipo, trataba de ser alegre, e interesarse en el tema de los demás, pero estos tampoco aportaban, lo ignoraban, evitaban incluso el contacto visual, estaba arto de eso, soñaba con ser parte de los paw patrol, pero nunca imagino aquello, dejó de intentar, y solo se dedicaba a estar en su casita, entrenar o pasear por la ciudad, los habitantes en aquel lugar lo trataba mejor que su propio equipo, y eso lo hacía sentir feliz, lo hacía sentir bienvenido.

...

-¿necesitas ayuda en algo ryder?- dijo Marcus entrando al taller de Ryder.

-realmente no Marcus, ¿porque no vas con los demás? Tal vez ellos necesiten tu ayuda- dijo Ryder para acercarse al menor, sabía que integrarse al equipo había sido un desafío total para el.

-no lo creo... mejor... saldré a la ciudad un rato, estaré atento en cualquier emergencia.

Sin más Marcus salió del taller en rumbo a la cuidad, camino desanimado por arto rato, había intentado miles de cosas para llevarse bien con los demás del equipo, pero al parecer ninguno iba a cambiar su opinión, con el único con el que se llevaba bien era ruble, pero siempre se ponía más distante cuando estaba sus hermanos, lo entendía, pero... solo le gustaría que no fue así siempre.

Tras caminar por un largo tiempo llego a un lugar donde siempre se detenía a observar, el hospital de la ciudad, sabía que Marshall estaba ahí, quería conocerlo, lo admiraba demasiado, pero no quería que a quien más admiraba lo tratara como los demás del equipo, siempre se detenía a pensar si entrar o no, pero ya arto de todo entro solamente, les pregunto a unas personas donde se encontraba la habitación del dalmata, por suerte no fue muy difícil encontrarlo. Ahora estaba al frente de la puerta del dalmata ¿debía hacerlo? Estaba a sólo un paso necesitaba sus consejos, su ayuda... así que solo prosiguio a tomar una gran bocado de aire y toco la puerta, solo paso un par de segundos para que se adentro se escuchara un "adelante" quedo helado, ahora se arrepentía de hacerlo, pero ya lo había echo, ya no había marcha atrás, así que solo abrió un poco la puerta para ver la camilla vacía, se sorprendió un poco ya que había escuchado a alguien hay, estaba seguro, entro un poco más para ver al dalmata recostado en un sofá-cama al lado de la ventana con unos libros en sus manos observándolo.

-¿necesitas algo?- pregunto el dalmata algo indiferente, pensó que sería uno de sus amigos pero no, era solo un desconocido. Por un segundo pensó que incluso se había equivocado de habitación, hasta que analizo bien al cachorro y lo reconoció- ¿eres Marcus cierto? Wow... eres más grande de lo que pensé- era extrañarse ya que Marcus era una raza de perros grandes, incluso media casi lo mismo que Chase que era el más alto del equipo, tendrían que ponerlos juntos para saber quien era más alto.

-a-ah... si... soy Marcus, es un placer conocerlo joven Marshall- dijo Marcus inclinándose un poco hacia adelante.

-deja las formalidades, también es un gusto conocerte, dime... a que vienes, pensé que cuando vendrías, estarías con ryder- dijo el Dalmata con una pequeña sonrisa.

-si... am... de echo, solo quería conocerte, y tal vez... nose... hablar un rato, que me enseñes lo que sabes- dijo el Leonberger emocionado.

-¿enseñarte lo que se? Pero me dijieron que eres bastante bueno en lo que haces, hasta incluso podrías ser mejor que yo- dijo Marshall mirándolo algo confuso.

-no hablo sobre el entrenamiento, lo de ser bombero o para-medico, no... hablo de...- justo cuando Marcus iba hablar lo interrumpieron.

-¿de como llevarte bien con los demás?-

-¡si! Veraz, desde que llegue, no e podido llevarme bien con ninguno del equipo, más que ruble, pero cuando llega los demás del equipo se comporta diferente, aleja de inmediato... pero, no busco reemplazarte, ni nada de eso, solo quiero llevarme bien con los demás del equipo, como tu... ¿como haces para que le agrades a todos?- pregunto al último el Leonberger avergonzado.

-realmente no lo sé.... solo soy yo creo que el echo que nos conozcamos desde niños tiene una ventaja...- decía Marshall con algo de pena, sabía que su equipo podría ser algo egoísta aveces.

-mmm... esta bien... yo.. lamento molestarte, creo que mejor me largo...- dijo Marcus para irse, se sentía devastado, con lo que habia dicho el dalmata estaba claro que el equipo no lo tomaría en cuenta.

-espera... porque no te quedas... podríamos, como tu dices, conocernos, no es que tenga algo más que hacer, je... solo si quieres- dijo el Dalmata algo avergonzado.

El Leonberger sonrió y fue a sentarse junto al dalmata, ahora que lo veía mejor, tenía varias vendas en los brazos y piernas, y su rostro tenía varias quemaduras, pero no eran muy visibles por la máscara respiratoria (olvide como se llama, pero ustedes me entienden) le llamaba la atención aquello, se supone que ya del tiempo del incendio se debía haber curado.

-oye... una pregunta, espero no incomodar ¿porque aun tienes la máscara para respirar? ¿Y tus quemaduras... aun no sanas?

-... no me incomoda, ya lo supere, resulta que en el incendio un trozo de metal atravesó mis pulmones, y varios órganos en sí, gracias a eso, tengo varias dificultades para respirar... y les quemaduras... no son más que mala suerte de un albino, jeje, mi piel al ser blanca, las quemaduras, golpes, o cualquier cosa, me dejara alguna marca horrible, y permanecerá por mucho tiempo- dijo Marshall con una sonrisa.

-entonces, si tienes esos problemas en la piel, ¿porque eres bombero? Digo... sin ofender- dijo Marcus algo avergonzado.

-no me ofende, me gusta que seas curioso, nunca te dejes con la duda, si debes preguntar, pregunta, y respondiendo tu pregunta, pues... me gusta ser bombero, ayudar... bueno, todo lo que implica ser bombero- dijo Marshall con una sonrisa mirando el paisaje, extrañaba salir afuera -... extraño mi vida de bombero... pero por eso estas tu aquí, para poder al equipo, solo trata de ser tu, no te esfuerces por encajar, ese es el peor error que alguien puede cometer, créeme.

-te creo Marshall, confiaré en tus palabras- dijo el joven Leonberger con una sonrisa, por fin se llevaba bien con alguien del equipo.

Lo que él incendio dejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora