Lo que él incendio dejo

Capitulo 4

Pasaron un par de semanas, donde marshall apenas podía mantenerse despierto por unos minutos, pero ahora había recuperado algo de energía, ahora solo dormía por la noche como una persona normal, y era mejor así, podía hablar con "normalidad" y permanecer por unos minutos sentado, obviamente con su espalda apoyada, a veces tenía dolores fuertes hay, pero era obvio, aun tenía una enorme herida, incluso debes en cuando debía acostarse boca abajo para que su herida tomara aire y la tratarán, limpiandola y poniendo más puntos, odiaba esa sensación era una tortura.

En ese momento el dalmata estaba con ruble jugando a las cartas, más precisamente el UNO, ruble tenía una sola carta emocionado por ganar, pero marshall tenía todo para dar vuelta el maso, ahora la pregunta ¿como consiguió todas? Cada vez que sacaba cartas evitaba tirarle alguna de esas al menor, solo quería ver su felicidad, marshall paso el juego y ruble tiro su última carta, sonriendo victorioso.

-gane, gane, gane eres muy malo jugando marshall, nunca podrás ganar al maestro de las cartas- dijo ruble riendo y alardeandose así mismo.

-jajaja tienes razón ruble, que quieres jugar ahora, anda buscar lo que quiera, seguro ahora te gano- dijo marshall para luego guardas las cartas en su caja y se las paso a rub.

Resulta que en el hospital había un lugar donde había diferentes juegos de mesa tanto como de forma grupal solo parejas o individual, y ruble había elegido primero cartas, y ahora fue corriendo a buscar otro juego.
Marshall sonrió al ver a su hermano irse feliz, "aun es un niño" se decía marshall para si mismo, poco después entro el doctor Rodriguez para ver a marshall.

-como te sientes joven dalmata- ahora ya no le decía por su nombre, ahora era el joven dalmata.

-muy bien doc, muchas gracias...- dijo marshall sonriendo, aun que no se notará bien gracias a la maquina para respirar -disculpe doc quería saber algo... cuando... me quitaran esta maquina?

-aun falta tiempo, demaciado en verdad llebas un par de semanas despierto, tu cuerpo aún está débil, dime puedes incluso ¿ir al baño solo?- pregunto el doctor mirando seriamente a marshall, este solo se sonrojo y miró a otro lado, era tan vergonzoso aquello.

-no doc- dijo marshall desanimado, era horrible tener que pedir ayuda todo el tiempo para ir al baño, AL PUTO BAÑO, y todos sabían que le avergonzaba -solo pensé que... -suspira- olvidelo- dijo para luego mirar a otro lado apenado.

-se que quieres volver luego a casa marshall, pero estas muy grabe aun, es un gran avance el echo que puedas mantenerte sentado igual por un tiempo, pero marshall... debes descansar, lo que te paso, por poco te lleva a la muerte, agradece que estas acá, y puedes ver a tus seres queridos -suspira- incluso piensa, en que ellos estaban destrozados cuando ocurrió lo del incendio, y cada vez que mostrabas que cada día empeorabas... ellos son felices con solo verte bien, tu también debes serlo marshall, no te preocupes, recuerda, el echo que ahora mismo estés vivo, es un gran milagro- dijo el doctor Rodriguez sonriendo con algo de nostalgia, había visto varias veces la desesperación de varias de sus pacientes por queres mejorar, pero tenían que tomarse un tiempo..

Marshall no tardo en soltar algunas lágrimas, era un infierno estar así, tener cuidado al comer, que hacer, no poder hacer cosas por su cuenta, y sobre todo, que sus amigos lo miren con sierta... cara con lastima, a veces llegaba a sentirse inútil.

-dígale a rub que me dormí por favor... necesito estar solo un rato- dijo marshall para recostarse en la camilla y llorar mares.

El doctor solo asintió y salió, incluso a él se le salió un par de lágrimas, cuando salió de la sala noto que justo llegó el pequeño.

-hola pequeño ¿que tal?

-hola muy bien ¿y usted?

-bien gracias pequeño, oye...- dijo el doctor para para gacharse a la altura de rub -marshall se quedó dormido, necesita descansar, llebate ese juego, y después cuando despierte marshall lo traes para que juegan, ¿ok?- dijo para acariciarle la cabeza al menor.