Las clases de Penélope y Colin no habían terminado muy bien después que toda la sociedad de aristócratas se enterará lo que estaban haciendo debía haberse escondido haberse desaparecido para no ser vista jamás
Pero ahí estaba otra vez en el baile escondiéndose de las miradas y todos.
La flor insípida la flor de pared o al menos eso creía porque ahí estaba hablando con Lord Debling qué de saber que había aceptado la ayuda de Colín bridgenton para conseguir esposo no le había importado las habladurías
Mientras que Penélope y Lord Debling tenían una plática amena eran observados por Colin no sabía que estaba sintiendo al verlos juntos sentía celos no entendía por qué sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de madre
- Colín has visto Franchesca - su salió sin poder contener su preocupación
- No he visto - contesta sin apartar la mirada de donde estaba la pelirroja Colín. Suspiro voltea a mirar a su madre con confusión y vacila antes que las palabras salieran por si solas de su boca.- puedo hacerte una pregunta madre- por un segundo dudo en continuar
- Por supuesto cariño - la viuda le contestó de forma maternal
-cuando consideras una pareja para Franchesca que esperas que ella encuentre - la pregunta tomó por sorpresa a la matriarca, pero aun así no dudo en responder y dijo
- Quiero para Franchesca lo mismo que quería para mí misma para Antoni para Dafne pasión emoción un amor que sea arrebatador. El rostro de Colin era de confusión.-pero creí que pensabas que la mejor base para un gran amor era la amistad - rebatio sin entender
- sin duda eso creo tu padre y yo así comenzamos pero es raro comenzar como amigos y que ambas partes luego sientan más
-y y cómo supieron tú y padre que era recíproco
— porque tú padre tuvo el valor de preguntarmeloColin miró a así la multitud con un pregunta aclararda y otra sin respuesta.
La música sonaba suavemente en el espléndido salón del baile, lleno de luces titilantes y risas que resonaban en el aire. Las parejas giraban y se movían en armonía, mientras los murmullos de la alta sociedad flotaban entre las risas y los ecos de los instrumentos. En medio de toda esta opulencia, Colin Bridgerton buscaba a alguien en particular: Penélope Featherington.
Hacía tiempo que Colin no veía a Penélope, y aunque había tenido más de una conversación con ella en los últimos días, esa noche sentía una confusión que nunca antes había experimentado. Sus palabras resonaban en su mente mientras lo observaba desde la distancia, su vestido amarillo pálido radiando dulzura y simplicidad. La sutil melancolía que emanaba de ella lo atrajo como un imán.
Finalmente, tomó aire y se acercó. "Penélope", dijo con una sonrisa, mientras las luces del candelabro brillaban sobre su cabello castaño. "No puedo evitar preguntarme qué es lo que piensas de la gente que se burla de nosotros".
"¿Por qué te importa la opinión de los demás, Colin?" replicó Penélope con una inquietante mezcla de seriedad y desdén. Ella sabía que la sociedad siempre había sido cruel con ellos, pero había algo en su tono que lo hizo sentirse reconocido.
"Eres una de las pocas personas que me entienden", respondió Colin, sintiendo que había un entendimiento más emocional entre ella. "Es raro, pero me gusta ser tú amigo, Penélope. Me siento más… auténtico".
En ese momento, una sensación de vulnerabilidad los envolvió. Penélope lo miró a los ojos, queriendo encontrar en ellos la misma sinceridad que sentía. Sin embargo, el ambiente festivo era abrumador, y las dudas surgieron en su mente. ¿Podría realmente él sentir eso por ella?
"No creo que la autenticidad sea lo que se espera de nosotros", dijo ella, reconociendo la presión de la sociedad que también la había oprimido.
Colin se acercó más, su mirada oscilando entre la broma y la seriedad. "¿Por qué debería interesarme por las expectativas de la sociedad? ¿No podemos ser quienes realmente somos, aquí y ahora?"
Después de un momento de silencio, se sintió inspirada por su valentía y le respondió: "Quizá. Pero a veces, Colin, es difícil escapar de esas expectativas".
"Tal vez deberíamos intentarlo, al menos una vez", sugirió él con una chispa de desafío, mientras sus ojos reflejaban deseo y curiosidad.
Fue entonces que, mientras mantenían su mirada, un silencio incómodo se cernió entre ellos. Las personas danzaban a su alrededor, pero solo existían ellos dos. El tiempo pareció detenerse, y cada latido del corazón resonaba como un tambor en la intimidad de su instante privado. Sin pensarlo, Colin tomó su rostro entre sus manos y la besó, un beso dulce pero cargado de un deseo que había estado latente mucho tiempo.
Penélope se quedó paralizada, sus ojos abiertas de par en par, sorprendida por un acto que cambió el rumbo de sus vidas. No obstante, al sentir la cercanía y el calor de Colin, vivió una chispa de esperanza, una emoción que había anhelado, pero que temía. Cuando se separaron, su mirada estaba llena de preguntas e incertidumbres.
"Colin…" murmuró, las palabras atoradas en su garganta.
"¿Qué hemos hecho?" preguntó él, sus propias palabras resonando como un eco de su miedo. La realidad de lo que acababan de compartir comenzaba a desbordar la burbuja de privacidad que habían creado.
Pero en ese mismo instante, la atmósfera del salón cambió. Lord Debling el hombre que tenía enteres por cortejar a la pelirroja apareció justo en momentos inapropiado a tiempo para presenciar lo que había ocurrido. "¡Señorita Fearington! llamó, sin darse cuenta de lo dramático que había sido su llegada.
Lord Debling", Penélope respondió casi automáticamente, pero sabía que la escena de su beso estaba expuesta ante los rostros expectantes de los demás asistentes. Lady Featherington, al otro lado de la sala, se quedó rígida al ver lo que había pasado. Su rostro se tornó ceniciento; sabía que la reputación de su familia podría verse amenazada.
"¡Vaya! ¡Qué momento tan inesperado!", exclamó Debling, tratando de contribuir a la ligereza del ambiente, sin hacerse cargo de la gravedad de la situación.
La madre de Colin, Violet Bridgerton, también observaba desde la distancia, sintiendo un leve palpitante de preocupación en su pecho. Sabía que los rumores, una vez iniciados, podrían arruinar el honor de Penélope. "Solo espero que Colin haga lo correcto con ella.
Mientras tanto, Eloise, que había estado observando a su amiga desde otro rincón de la sala, sintió una oleada de furia. Había estado disgustada con Penélope por su doble vida como Lady Whistledown, y ahora, al ver lo que había sucedido, su enojo tomó fuerza. “¡No puedo creer que eligiera a Colin para su maldito juego murmuró para sí misma, sintiendo que la lealtad hacia su amiga estaba típicamente desgastada por la decepción que sentía.
A medida que los murmullos de la multitud comenzaban a elevarse, Penélope sintió que el pánico comenzaba a inundar su ser. Colin, aún atrapado entre la emoción y el terror de lo que acababa de ocurrir, tomó su mano de manera protectora.
"Penélope, necesito que confíes en mí", le dijo, su voz grave resonando en la turbulenta atmósfera.
"Colin, esto… es demasiado", ella respondió, intentando contener la angustia que se agitaba en su interior. “La sociedad nos espera. Esto no es la forma en que debería suceder”.
Pero a pesar del miedo, algo había cambiado entre ellos. Un beso podía desatar una tormenta en su mundo, pero también podía traerles un nuevo comienzo. “Te prometo que haré lo correcto”, respondió él con sinceridad.
La mirada de Penélope se entrelazó con la de Colin y ambos se dieron cuenta de que, aunque asustados, lo que habían compartido ya los unía de una manera que jamás habrían imaginado. Ella sabía que, de aquí en adelante, lo que fuera que les esperara, tendrían que enfrentarlo juntos.
Aspirando, la presión de los ojos de la sociedad que se cernía ante ellos se hizo palpable. Su acuerdo tácito de mantenerse unidos se formaba en el aire, aunque ambas almas sentían la sombra de las obligaciones y las expectativas que se acercaban. Había comenzado un nuevo capítulo para ambos, lleno de desafíos, esperanza y tal vez, amor.
Sin embargo, la prensa de las altas esferas ya había comenzado su juego, y en esa sala, entre las sonrisas y miradas enigmáticas, ellos eran ahora el centro de atención. El futuro que se estaba forjando, aunque temido, prometía devolverles a ambos la libertad de ser quienes realmente eran, siempre que hubieran el valor de enfrentar lo que llegara.
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Por un beso
FanfictionMientras Penélope y Colin se miraban, perdidos en la profundidad de los ojos del otro, el mundo a su alrededor parecía desvanecerse. En ese instante de conexión, Colin Bridgerton sintió un impulso irresistible de acercarse y besar a Penélope Feather...