capítulo 6 /inquebrantable

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El sol brillaba intensamente sobre los jardines del manor de los Bridgerton, mientras Eloise caminaba por los senderos ornamentados, su mente llena de confusión y ansiedad. No podía dejar de pensar en la conversación que había tenido con Colin la noche anterior. Había sentido la necesidad intensa de protegerlo, de revelarle la verdad sobre Penélope y su secreto como Lady Whistledown. Pero, por otro lado, se sentía invadida por la incertidumbre de cómo esto afectaría su relación con su mejor amiga.

Eloise sabía que debía hablar con Colin, debía enfrentar esta situación antes de que se convirtiera en una desgracia más grande. Se acercó al laberinto donde había pasado muchas tardes con Penélope, recordando risas y confidencias compartidas en aquel lugar que había sido testigo de su amistad.

"Esto es por tu bien, Colin," murmuró para sí misma, decidida a creerse su propia justificación.

Cuando finalmente lo encontró, Colin estaba frente a un arbusto podado con minutia. Lucía pensativo, algo que le era extraño. A medida que Eloise se acercaba, su corazón se aceleraba. Tenía que ser firme en su resolución. Pero cuando Colin levantó la vista y vio su expresión preocupada, todo su valor comenzó a desvanecerse.

"Eloise," la saludó con una calidez que instantáneamente la hizo sentir mal por lo que estaba a punto de hacer. "¿Qué te trae por aquí?"

Fue entonces cuando Eloise decidió, en un imperceptible instante de valentía, abordar el tema. "Colin, tengo que hablar contigo acerca de Penélope..."

Sin embargo, antes de que pudiera continuar, Colin la interrumpió, una leve pero significativa sonrisa en su rostro. "Ya lo sé."

"¿Qué?" Eloise se congeló en seco. "¿Cómo sabes? ¿Quién te lo dijo?"

Colin tomó un profundo aliento, sus ojos reflejando una mezcla de calma y confianza. "Ha sido Penélope," dijo, interrumpiéndola con una serenidad que la dejó sin palabras. "Mientras paseábamos por el laberinto, me reveló su secreto. Su verdad como Lady Whistledown."

El mundo de Eloise se tambaleó. "¿Y cómo puedes estar tan... tranquilo al respecto?"

Colin, sin dudarlo, dio un paso más cerca de ella, una mirada en sus ojos que parecía pedirle comprensión. "Porque el secreto no define a Penélope. Ella es más que sus revelaciones y sus escritos; es mi prometida y la mujer a la que he elegido amar, no solo por su ingenio, sino también por su bondad y lealtad."

Las palabras de Colin calaron hondo en Eloise. Se sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. "Colin, tú entiendes lo que esto significa. La sociedad... no se lo perdonará. Los rumores abundan a su alrededor, y puede que eso afecte tu nombre, nuestra reputación."

"¿Y qué hay de nuestra felicidad?" Colin inquirió, su voz firme. "Estamos tratando de vivir nuestras vidas de acuerdo a nuestras propias reglas, no a las de la sociedad."

Eloise sintió un nudo formándose en su garganta. "Pero no entiendo por qué no te has sentido engañado. Ha estado escribiendo sobre todo el mundo, exponiendo sus defectos y debilidades. Eso no te afecta?"

"Muchas veces, Eloise, el amor está más allá de las convenciones sociales, de las expectativas y de las reacciones. Lo que hizo ayuda a muchos, y aunque lo que piensen los demás tenga su peso, no podemos dejar que eso determine nuestros sentimientos."

El silencio se instaló entre ellos mientras Eloise procesaba sus palabras. Su mente se sentía abrumada, pero poco a poco, un entendimiento comenzó a emerger. Las relaciones no eran simplemente un acuerdo social, sino la conexión genuina entre dos personas. El amor que Colin sentía por Penélope era inquebrantable, más allá de las opiniones de la sociedad.

"¿Sabes, Colin? Tal vez... tal vez estoy empezando a entender lo que intentas decir," Eloise finalmente admitió. "Mi miedo a la traición y la decepción me ha nublado. Me he aferrado a las normas sociales, pero al mismo tiempo, he estado anhelando romperlas. No sé si tengo la fuerza para reconstruir mi relación con Penélope después de todo esto."

"Es normal sentirte asustada, Eloise. Pero no estás sola. Tanto Penélope como yo estamos contigo en esto. Si realmente deseas tener una relación sólida con ella, tendrás que hablar con ella, ser honesta sobre tus sentimientos. Quien es capaz de amar, también es capaz de perdonar."

Las palabras de Colin resonaron en su interior, y Eloise sintió que el peso de su confusión comenzaba a levantarse. Capaz de reconocer su error, entendió que había estado tan centrada en la protección que había olvidado la importancia de la confianza y la comunicación.

Decidida a sanar viejas heridas, Eloise se abrió a Colin. "¿Me acompañarías a encontrarla? Necesito hablar con Penélope antes de que todo se vuelva incontrolable."

Colin asintió, su expresión apoyadora brindándole un nuevo sentido de conexión. Mientras caminaban hacia el lugar donde normalmente se encontraba Penélope, Eloise sintió como si una nueva fortaleza comenzara a construirse en su interior.

Al llegar, encontraron a Penélope sentada en un banco del laberinto, sumida en sus pensamientos. Su rostro se iluminó al verlos, pero Eloise detectó la preocupación en sus ojos al notar la expresión grave de su amiga.

"Eloise, Colin... qué sorpresa encontrarlos aquí. ¿Sucedió algo?"

Eloise dio un paso al frente, el corazón latiendo con fuerza. "Penélope, tenemos que hablar."

"¿Sobre el secreto?" preguntó Penélope, su voz temblando un poco.

"No... no solo sobre eso," replicó Eloise, sintiendo que se desnudaba emocionalmente ante su amiga, como si cada palabra fuera una declaración de confianza. "Sobre lo que eres, sobre lo que has hecho y quién eres para mí. Estoy aquí para escucharte y entenderte."

Las palabras parecieron romper el hielo. Penélope llevó su mano al pecho, como si un peso se levantara. "Eloise, lo lamento mucho. Nunca quise causarte dolor. Ser Lady Whistledown fue mi forma de encontrar voz en un mundo que a menudo es tan... limitado."

Y así, las dos amigas comenzaron a compartir sus miedos, inseguridades y anhelos. Eloise habló de su temor a perder a Penélope, de la presión que la sociedad ponía sobre ellas, mientras que Penélope se abrió sobre lo que la llevó a convertirse en Lady Whistledown, su deseo de romper el molde y ser algo más que la prometida de un noble.

Cada confesión, cada lágrima, creó un lazo más fuerte entre ellas. Eloise finalmente entendió que, aunque sus caminos habían tomado rumbos inesperados, su amistad no era una casualidad; era una senda entrelazada de experiencias compartidas.

"Quiero que trabajemos juntas, Penélope. No en función de las expectativas de los demás, sino en función de nuestros sueños. Seamos inquebrantables en nuestra amistad y en nuestras posibilidades."

Colin observó en silencio, sintiéndose satisfecho al ver a las dos mujeres que había llegado a amar profundamente reconciliándose y encontrando sus caminos. La fortaleza que estaban construyendo entre ellas no solo las liberaría de las opiniones ajenas, sino que también les permitiría florecer en una sociedad que estaba ansiosa por imponer restricciones.

Mientras el sol comenzaba a ponerse, llenando el laberinto de una luz dorada, Eloise y Penélope sellaron su nuevo compromiso con un abrazo. Un vínculo inquebrantable había sido forjado, y, por primera vez, Eloise comenzó a sentir que el amor y la verdad eran las únicas cosas que realmente importaban.

El futuro podía ser incierto y quizás un tanto aterrador, pero con Penélope a su lado y el apoyo de Colin, Eloise sintió que estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera.

Por un beso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora