El Lamento de la Fortaleza

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Siempre soy fuerte, imparable,
muevo montes y valles sin titubeos,
no puedo preguntar ni dudar,
ser fuerte es mi deber impuesto.

En lo profundo, mi esfuerzo se diluye,
escucho un estallido dentro de mí,
un eco que nace en mi ser cansado,
y me llama desde el abismo del alma.

"Dáselo a tu hermana," susurran voces,
pon en sus manos lo que no soportamos,
ella, la que resiste sin quebrarse,
sin importar su propio peso.

Debes salvar al mundo entero,
aunque tu reflejo se desmorone,
dáselo a tu hermana, ella puede,
llevar las cargas que nos aplastan.

El peso crece, se acumula sin fin,
pero no importa, su fortaleza no falla,
dáselo a tu hermana, ella es la roca,
aunque la niebla oscurezca el camino.

En la profundidad, mi imagen se quiebra,
pero sigo adelante, sin detenerme,
dáselo a tu hermana, ella aguanta,
y el peso ignoran, su fortaleza admiran.

Poemas de mi corazón oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora