Ra

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Ra, dios del sol, rey del cielo infinito, 
tu luz dorada despierta al mundo con su resplandor. 
Desde el amanecer hasta el ocaso, 
guias el curso del día, renovando la vida con tu calor.

En tu barca celestial, navegas los océanos del cielo, 
llevando contigo la promesa de un nuevo amanecer. 
Tu presencia disipa las sombras de la noche, 
convirtiendo la oscuridad en un recuerdo distante.

Oh, Ra, fuente eterna de vida y poder, 
tu brillo enciende la chispa de la creación. 
Eres el faro en la inmensidad del cosmos, 
el guardián de la esperanza y la renovación.

Con cada rayo que emites, bendices la tierra, 
haciendo florecer los campos y dar fruto a los árboles. 
Tu fuerza nos impulsa a seguir adelante, 
y en tu resplandor, encontramos la fuerza para perseverar.

Ra, señor del cielo y el sol naciente, 
a ti rendimos homenaje con corazones agradecidos. 
Que tu luz nos guíe siempre, 
y que tu calor nunca nos abandone.

Poemas de mi corazón oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora