En el jardín de mis versos, las rosas florecen, envueltas en el aroma embriagador de mi amado.
Él, como el vino añejo, mejora con el tiempo, su esencia se vuelve más profunda, más embriagadora.
Cada pétalo es una caricia, cada espinoso tallo una prueba de la pasión que nos une.
En su abrazo encuentro mi refugio, en su mirada, el brillo de mil estrellas. Como el vino que se decanta con esmero, nuestro amor se enriquece, se fortalece.
Cada instante a su lado es un brindis a la vida, un deleite para el alma, un regalo del destino.
Que nuestras vidas sean como ese vino exquisito, que con el paso del tiempo se vuelve más intenso.
Entre rosas y amores, entre aromas y susurros, bendigo cada día junto a mi amado, mi tesoro.
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Poemas de mi corazón oscuro
ŞiirDescubre una colección de poemas que entrelazan la realidad de mi vida con la fantasía oscura. Cada verso es un portal hacia mundos legendarios, donde dioses olvidados y criaturas de ensueño se encuentran con las sombras de mi alma. Sumérgete en est...