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A la mañana siguiente las cosas no habían mejorado, Jennie había seguido con su comportamiento indiferente hacia Jisoo y la pelinegra evitó a toda costa presionar a la pequeña con preguntas así que ambas simplemente ignoraron lo que había pasado la noche anterior.

Jisoo llamó a Amelia aquel día para que cuidara a Jennie mientras ella estaba en la oficina, la niña no se despidió de su madre cuando estaba saliendo, se concentró en sus caricaturas como si nadie mas estuviera en el lugar, Jisoo tuvo que apretar sus dientes antes de que sus emociones la controlarán y hablaran por ella.

-Buenos días- saludó amablemente la enfermera apenas la vio entrar a la habitación- pensé que ya no iba a venir más

Jisoo le regaló una amistosa sonrisa

-Han sido unos días un poco difíciles- respondió la pelinegra con la voz baja

-Lo siento mucho por eso, ahora las dejaré a solas- dijo sonriendo para luego salir de la habitación

Jisoo se sacó sus zapatos y dejó su cartera en la silla que estaba a un lado, luego con mucha naturalidad se recostó en la camilla junto a Rosé dejando un beso en su frente para luego recostar su cabeza en el hombro de la más pequeña.

-Jennie odia o por lo menos eso parece- fue lo primero que salió de la boca de Jisoo comenzando a jugar con los dedos de Rosé- ella ni sí quiera me quiere cerca y....y es horrible- un suspiro salió de la pelinegra seguido por una lágrima- quiero hacer las cosas bien esta vez Rosé, quiero que nuestra hija esté bien y sea feliz pero está pasando todo lo contrario, yo solo estoy empeorando todo en su vida

La pelinegra trató de contener las lágrimas sin embargo falló en el proceso, cuando al fin logró calmarse se dio cuenta que llevaba más de cuarenta minutos en la habitación de la rubia y que ya debía estar en el trabajo, de a poco y contra su voluntad se levantó de la camilla para colocarse sus zapatos y recoger su cartera

-Te extraño- dijo acercándose a dejar un beso en la mejilla de Rosé- te extraño tanto que no te harías una idea

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-Jisoo puedes cambiar esa cara- dijo Sana entrando a la oficina- tenemos una reunión en una hora h parece que saliste de un funeral

-No estoy para bromas Minatosaki- respondió de mala gana la pelinegra dejando su bolígrafo a un lado- ¿Qué haces en mi oficina?

-Simplemente quería saber cómo ibas- dijo cruzándose de brazos acercándose a su escritorio- pero por lo que veo no es nada bien

-Jennie sigue igual

-¿Fueron con la psicóloga que recomendó Jiwon?

-Sí- Jisoo se recostó en su silla y puso su cabeza hacia atrás mirando el techo de su oficina- Dice que no la quiero, que no quiere que yo sea su madre porque en todos estos años jamás estuve para ella y...y- la voz de la pelinegra se quebró- no sé qué hacer Sana

-Ven aquí- la morena se levantó de su silla y corrió a abrazar a su mejor amiga- siempre supe que solo alguien igual a ti podría doblegarte y mira, tu hija de cinco años pudo contigo- dijo tratando de bromear y funcionó, una pequeña risa salió de los labios de la pelinegra- no puedo creer que estés aquí lamentándote cuando deberías estar pensando en cómo hacer que tu hija sepa que la amas, si ella no te quiere cerca no corras lejos de ellas, pensará que de verdad no te interesa ¿recuerdas los primeros días? Decías que no quería hablar y luego ya no podías hacer que hiciera silencio, ella te quiere Jisoo ahora simplemente está muy dolida, tienes que tratar de entender que esto es mucho para ella

-Dios soy tan imbécil- dijo levantándose de la silla y comenzando a caminar por la habitación- la psicóloga me dijo que no la presionara diciéndole cosas o obligándola a que interactue conmigo pero tampoco estoy haciendo nada por ganarme su confianza, simplemente estoy haciendo lo que ella quiere y estoy empeorando todo

NO ME RENDIRÉ || CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora