𝙁𝙄𝙍𝙎𝙏 𝙇𝙊𝙑𝙀» 𝙈𝙖𝙭𝙡𝙚𝙮. Adaptación

𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 5

𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 5

Cuando veinte minutos de la hora de clase habían pasado, Bradley llegó a la conclusión de que no se le uniría Max ese día. Lo extraño era que Bradley no estaba ni siquiera enfadado por ello. Claro, estaba un poco irritado de que estuvieran perdiendo su tiempo de clase, pero aquello estaba bastante eclipsado por una emoción que sentía sorprendentemente similar a decepción, no que fuera razón para estar desilusionado.

Dejando escapar un suspiro, sacó su teléfono móvil del bolsillo, buscando hacia abajo a su nuevo contacto, y le envió un mensaje rápido.

Manera de faltar a clase, holgazán. – B.

Bradley no estaba aún esperando una respuesta—desde que Max no estaba en la escuela, Bradley asumió que seguía durmiendo—por lo que cuando no más de un minuto más tarde vino, estaba tan sorprendido que tuvo que mirar hacia su teléfono un momento antes de que pudiera leer el mensaje.

Ya me extrañas? ;) –M.

Bradley bufó en voz alta, sin tener en cuenta el hecho de que estaba en público y se supone que la gente en público no debía sentarse sola y reírse de sus teléfonos.

No. Es más que puedo sentir mis notas cayendo. –B.

¡Joder¡, había escuchado que los patinadores son dramáticos, pero creo que te llevas el premio, Uppercrost. –M.

Bradley giró los ojos a la respuesta. No puedo ser domado. –B

Se preguntó por qué estaba molestándose siquiera en bromear con Max cuando se suponía que sólo debía pretender preguntar por qué diablos el otro chico se había saltado la clase. (Bromear, no pelear– con cero hostilidad.) Sin embargo, el siguiente mensaje de Max interrumpió esa línea de pensamiento.

Pensé lo mismo. Sigue en pie lo de esta noche? –M.

Bradley no pudo evitar ensanchar sus ojos a eso, aunque no estaba muy seguro de por qué su corazón se había empeñado en acelerarse en ese preciso momento. La frase era tan normal. Tan amistosa. Como si se juntaran todo el tiempo, cuando todos sabían que eso no era cierto. La forma en que estaba redactado, también, lo hizo sonar como algo más que un amistoso acuerdo—¿Por qué diablos acababa de pensar eso?

Tragó con un nudo en la garganta antes de contestar.

Así que, puedo asumir que no estás en tu lecho de muerte entonces? –B.

No, sólo en una cama normal. Estaba demasiado cansado y el Sr. T me hubiese puesto a dormir. –M.

Compadezco al necio que se queda dormido en la clase del Sr. T. –B.

Tan pronto como el texto fue enviado, Bradley quería alcanzarlo dentro de su teléfono y regresarlo. Sólo dile que lo verás más tarde. Para de hablar. No era ese el punto de su asignación, ¿Sin embargo? ¿Poder conocerse unos a otros? Ya, Bradley podía decir que Max era, además de frecuentemente atrasado, parcialmente perezoso a la hora de la escuela. Y era divertido.

Debo dejarte saber que acabo de reírme de eso. Me alegro de que nadie estuviera aquí. –M.

Deberías verme. Me veo como un idiota riéndome para mí mismo. –B.

Entonces, soy divertido? :) hablando de verte, puedes pasar por mi dormitorio después de salir de tu práctica. O debería ir al tuyo? –M.

Bradley releyó el texto cerca de cinco veces. Algo en el (quizás era el emoticón de sonrisa, que era evidente muestra de amistad) demostraba emoción en él, pero no podía darle un nombre. Sólo lo sabía, lo que fuera, no era malo.

Pensó acerca de su propio dormitorio, cuan atestado estaba por culpa de sus cosas y las de Tanque (más de Tanque, actualmente) y el hecho de que siempre olía a marihuana. Mientras Bradley estaba muy seguro de que Max salía de fiesta, sentía que estando en presencia de Tanque mientras estaba drogado (porque, aparentemente, el chico se estaba sintiendo más creativo esa semana) podría distraerlos un poco.

En el tuyo, Bradley decidió. Estaré ahí a las 6:15. –B.

Ni un segundo más tarde. –M.

Es muy temprano para tu sarcasmo, Te veo más tarde. –B.

La verdad era que Bradley no quería que su conversación terminara pero debía hacerlo. Mientras más hablaran, más confundido comenzaba a sentirse y se preguntaba por qué había evitado a Max tanto tiempo. Pero sabía por qué, y era suficientemente importante para mantenerlo alejado.

El siguiente mensaje de Max, sin embargo, pronto empujaba esos pensamientos por la ventana.

No puedo esperar. –M.