𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 1
El patio se encontraba principalmente vacío ya que la mayoría de la gente se retiró a su dormitorio a donde sea que tenían que estar para realizar cualquier actividad en la que estuvieran involucrados, así que fue fácil para Bradley correr a toda velocidad a través de él. Estaría condenado si se viera obligado a practicar sin calentamiento.
Mientras él corría a través del edificio donde se encontraba la pista de patinaje, casi se estampaba en contra de las puertas automáticas porque no pudo desacelerar a tiempo. Una vez que las puertas se abrieron siguió corriendo directo a la pista olímpica, la cual era utilizada generalmente por los patinadores de cuatro ruedas. Sus ojos se dirigieron al reloj que colgaba en la pared del vestíbulo—tenía todavía siete minutos. Perfecto.
—¡Hey, Bradley!
Bradley no volteó. Estaba demasiado ocupado, demasiado concentrado; tenía que practicar. Y de todas formas, ni siquiera reconocía la voz que lo llamaba. Probablemente era un de sus “fans”: uno de esos patinadores de bajo nivel que lo idolizaba porque había logrado ganar más medallas para Emerald Hills que cualquiera de sus antecesores.
—¡Bradley espera!
—¡Ahora no!— el más alto gritó, aún sin saber a quién se dirigía. Su mano reposaba sobre la manija de la puerta que estaba bloqueando su entrada a la pista olímpica, entonces abrió la puerta y apresuro para entrar a los vestuarios. La mayoría del equipo ya estaba ahí, calentando, estirándose y levantando sus cejas en curiosidad mientras Bradley pasaba de largo.
Giró hacia el pasillo donde estaban los vestuarios y aterrizó en el primero que vio, casi rasgando las costuras de su suéter mientras lo retiraba por encima de su cabeza. Se vistió lo más rápido que pudo, se aseguró de que sus pantalones de patinaje, camiseta y chaqueta estuvieran del lado correcto antes de sentarse en el banquillo y abrir la cremallera de su mochila. Sus pies se deslizaron en los patines, como si se dieran cuenta de que estaba a punto de llegar tarde. Bradley se maldijo por distraerse con las divagaciones de Tanque y no prestar atención a la hora. Lo primero que iba a hacer después de la práctica, era ir a la tienda de la escuela y comprar él mismo un reloj nuevo.
Sus dedos pasaron encima de sus cordones, apretándolos tan fuertes para que pudiera irse ya.
Fue entonces cuando escucho a esa persona misteriosa de nuevo. —Bradley, en verdad necesito hablar contigo.
Bradley dudo por un momento, pero no levanto su mirada. —Mira,— resopló, sus dedos comenzando a arder por la fuerza con la que ataba sus cordones con nudos dobles, —me encantaría platicar, pero debo estar practicando, como en, diez segundos, así que si esto puede esperar— El levanto la vista y todo lo que estaba planeando decir se borró de su mente.
Max estaba parado en medio de los vestuarios.
Bradley se quedó atónito. Sus manos se detuvieron en sus patines y enderezó su espalda. Abrió la boca, dispuesto a decir algo como “¿Qué demonios estás haciendo aquí?”, Pero lo único que salió fue —Oh vaya ¿Tú sabes mi nombre?— Podría haberse pateado a sí mismo en ese momento, nunca había sonado tan estúpido en su vida.
Aparentemente Max estaba de acuerdo. Frunció el ceño ligeramente, mirando confundido a Bradley. —¿Que dijiste?
Bradley aclaró su garganta. —Mi nombre...— Su voz sonaba graciosa, ¿por qué sonaba así? —Yo asumí que pensabas que mi nombre era princesa patinadora.
Una mirada tímida encontró su camino en la cara de Max, quien pasaba incómodamente una mano a través de su cabello. —Sí, eso es en realidad de lo que quería hablar contigo.
—No tengo tiempo,— Bradley interrumpió, finalmente regresando a sus sentidos, inyectando un tono frío a sus palabras. —Tengo práctica.
—O-oh, por supuesto, —tartamudeó Max. Bradley resistió el impulso de levantar las cejas en sorpresa, eso era nuevo. Era casi como si Max estuviera nervioso, pero eso era imposible. Después de todo, él era el maldito Max Goof, capitán del equipo de la fraternidad y el chico de oro de la academia. ¿Por qué estaría nervioso? —Yo también tengo práctica. ¿Tal vez cuando terminemos?
Bradley resopló una carcajada y se movió junto a él, poniéndose los guantes mientras se dirigía hacia la puerta. —Si te sientes bien esperando hasta las seis en punto, perfecto. Si no, bueno…— Se encogió de hombros, como diciendo ¡ah bien!
Sin más que decir, Bradley abandonó el lugar, su corazón latiendo a un ritmo irregularmente rápido. ¿De qué demonios quería hablar con él, Max? ¿Acaso alguna maldita broma como era de costumbre? Porque si eso quería, entonces que se joda.
Probablemente eso no era lo que quería. Después de todo, ¿a él qué le importaba de Bradley? No era como si hablaran mucho además de las miradas que Bradley enviaba, las cuales parecían comunicar suficiente. Él probablemente quería hacer algún tonto comentario sobre como Bradley había hecho el ridículo. Maldito.
—Hey, Brad— Y así todos sus pensamientos sobre el chico de ojos negros se fueron. Noah caminaba hacia él sonriendo, instantáneamente mejorando su humor. El, de alguna manera, lograba que el uniforme para patinar luciera lindo.
—Hey.— Bradley respondió mientras se daban la mano en un amistoso apretón. —¿Cómo estás?
—Deseando que tuviéramos más tiempo juntos antes de la práctica.— Dijo sonriéndole y Bradley siento un jalón en su estomago.
—Tal vez más tarde, si tienes suerte.— Él le guiñó antes de alejarse hacia los tableros. Afortunadamente su entrenador estaba retrasado ese día, así Bradley tenía unos cuantos minutos extra para calentar. Él subió su pierna en uno de bordes que separaba las gradas de la pista y se inclinó hasta que sintiera al musculo relajarse, lo cual fue difícil ya que estaba algo tenso por haber entrenado tan fuerte esa mañana.
—¿Por qué Max Goof salió de uno de nuestros vestuarios?— Noah quería saber, su tono algo posesivo. Noah, como la mayoría de los patinadores, odiaba cuando los deportistas de las otras fraternidades venían a la pista olímpica en general, pero ellos específicamente odiaban que entraran a los vestuarios. Eso era algo hipócrita porque los patinadores usaban los vestuarios de la Pista Este todo el tiempo, pero a nadie le gustaba hablar de eso.
—Aparentemente, él quería hablar conmigo.— Bradley se encogió de hombros como si fuera algo que no le importara. Todos sabían que era algo muy importante cuando Max Goof hablaba contigo. Bueno, para los demás lo era.
Los ojos de Noah se abrieron cómicamente. —¿Estás hablando en serio? ¿De que quería hablar?— El sabía tanto como los demás que a Bradley nunca le había agradado Max .
—Honestamente no tengo idea.
—¿Tiene algo que ver con el torneo de fraternidades X-Games?
Bradley gruñó y miró al techo con exasperación. —Oh joder.
—¡Sólo porque estoy retrasado no quiere decir que pueden quedarse ahí parados y platicar! ¡Rápido, a la pista!— que sonó a través del aire, avisando al equipo que el entrenador ya había llegado.
Todos los patinadores saltaron a la repentina llegada de su entrenador, quedaron congelados por un momento y entonces comenzaron a tropezarse los unos con los otros mientras intentaban llegar lo más rápido posible al pavimento. Bradley siendo el más cercano a la puerta logró escapar de la multitud.
ESTÁS LEYENDO
𝙁𝙄𝙍𝙎𝙏 𝙇𝙊𝙑𝙀» 𝙈𝙖𝙭𝙡𝙚𝙮. Adaptación
Fanfic𝘼𝙪: 𝘽𝙧𝙖𝙙𝙡𝙚𝙮 𝙤𝙙𝙞𝙖 𝙖 𝙈𝙖𝙭, 𝙩𝙖𝙣 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙚𝙨𝙤. Esto es una ADAPTACIÓN, con algunos cambios. No me pertenece la fic.