𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 18

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𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 18

Encontrar un par de patines para cada uno fue mucho más fácil de lo que Max había esperado. A veces los fines de semana, las pistas de patinaje en la Élite se abrían al público y, como tal, cada pista tenía su propia tienda de renta de patines situados detrás de un mostrador que ni siquiera estaba custodiado ni nada. Era más o menos como que cualquier persona simplemente podría saltar sobre ella y robar un par. Por lo tanto, eso fue exactamente lo que ellos lo hicieron.

Incluso si ellos hubieran traído sus propios patines, hubiesen sido dejados de lado ya que ellos no los iban a utilizar. Los chicos tomaron tallas apropiadas para ellos (y Max definitivamente se dio cuenta que Bradley arrugó su nariz ante la idea de usar patines que no eran los que acostumbraba a usar) y se los pusieron. Los patines de patinaje artístico se sentían diferentes, Max decidió. En primer lugar, era un milagro que incluso habían logrado encontrar un par de su tamaño. Eran más delgados, por alguna razón. En segundo lugar, eran muy suaves a la vista, simplemente de cuero, negro más bien, a diferencia de los divertidos y vistosos modelos de los patines de hockey.

En cuanto estuvieron listos, se movieron hacia la pista, haciendo una pausa en el borde antes de que cualquiera pudiera pisarla. Momento de la verdad.

—¿Estás nervioso?— Preguntó Bradley, dando a Max una vistazo que lo tenía tratando de pellizcar discretamente a sí mismo para recordar que no estaba preocupándose por él.

Así que él resopló para cubrir su mal razonamiento y miró fijamente hacia abajo a sus patines. —¿En serio?— A Max no le preocupaba en lo más mínimo. Había estado patinando como un profesional desde que tenía cinco años de edad; eso no podía cambiar  sólo porque los patines en sus pies ya no eran de hockey. No había nada que podía salir mal-  y entonces Bradley le tendría que pagar.

Max perdió la advisora/divertida mirada que Bradley le dio porque él pasó junto al otro chico caminando sobre la pista. Tal como había esperado, sus pies se deslizaron con facilidad sobre la superficie. Radiante, lanzó una mirada triunfante sobre su hombro a Bradley, que lo estaba mirando con expectación. El patinador artístico hizo una especie de movimiento como diciendo vamos, entonces...

Max se burló, riendo un poco, y fue de nuevo, patines deslizándose suavemente sobre el pavimento. Era tan fácil, pensó mientras lo hacía, las ruedas raspaban sin esfuerzo. Era tan simple como caminar. Fácil, airosa, hermosa— no espera, eso sonó como “Modelo de Revista”, pero tienes el punto. La apuesta ni siquiera parecía justa ahora que Max daba la vuelta por una curva. Se balanceó hacia delante sobre los dedos de sus pies, inclinándose como él se ponía para coger más velocidad y...

Él estaba tirado sobre el suelo. Había caído hacia el, pero Max logró contenerse antes de que su cara se estrellara contra la superficie. Sin embargo, la caída lo sacudió (en cuerpo y orgullo) dejándolo sin aire en sus pulmones. Él farfulló, tratando de recuperar el aliento y fue interrumpido por cierta persona que estallaba en un —bastante ruidoso— ataque de risa.

Max no sabía si mirar al otro chico u ocultar su rostro en la terrible vergüenza que sentía. Se decidió por la primera, disparando a Bradley un ceño fruncido que podría ser poco atractivo. Este gesto casi se le se cayó de inmediato, cuando sus ojos se posaron en el rostro de Bradley.

Los ojos del chico estaban iluminados, con un penetrante azul brillante, de una manera que Max nunca había visto. Sus mejillas estaban rojas de la risa, y una enorme sonrisa se extendía por su rostro, transformándolo enormemente. Además, su risa— era diferente. Era ligera y aireada y despreocupada, e hizo a Max querer caminar por la luna y curar el cáncer y enamorarse una y otra vez y otra vez porque esto era el sonido de alegría pura, sin inhibiciones.

𝙁𝙄𝙍𝙎𝙏 𝙇𝙊𝙑𝙀» 𝙈𝙖𝙭𝙡𝙚𝙮. AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora