XV

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Ver a Samantha decirle a Rosarii que estaba enferma de nuevo era una de las cosas más duras que Abril había presenciado. Homero mantuvo la
compostura, pero Rosario estaba destrozada. Samantha en cambio había tenido tiempo para procesar la noticia y trataba de disimular su miedo para que sus padres no la viesen sufrir, Abril comprendió un poco mejor porque Samantha la había aislado la primera vez que enfermó, a Samantha le dolia más
ver a los suyos sufrir que su propio dolor.

Tal y como habían imaginado sus padres quisieron acudir a los doctores de Samantha y eso las llevó al presente. Samantha estaba tumbada en una cama de hospital, aquel era el sitio que más odiaba en el mundo, aunque tenía que reconocer que Abril lo hacía un poco menos horrible. Aquella tarde iban a hacerle una biopsia en 2 hueso a Samantha para asegurarse de que a
parte del tumor estaba sano, para eso necesitaban dormirla, aunque la
intervención duraría solo media hora.

"Si me amputan la otra pierna ¿Todavia me vas a querer?"

Abril levantó la vista de su libro cuando escuchó la voz de su novia y la vio jugando con sus manos que descansaban en su regazo.

"Te van a hacer una biopsia, nadie va a amputarte nada" Dijo Abril
cerrando el libro y levantándose de su silla.

"No hoy... pero si encuentran algo malo en el hueso... igual tienen que
amputar" Samantha alzó los ojos para encontrarse con los de Abril.

"Nos preocuparemos de eso cuando lleguen los resultados" Dijo Abril
sentándose en el borde de la cama y acariciando su mejilla "Pero respondiendo a tu pregunta, por supuesto que te seguiría queriendo"

Samantha apartó la vista de Abril y miró a la pared "Es diferente"

"¿El que?"

"Dos piernas... si me faltan las dos piernas será diferente... estaré aún más limitada"

"Sam" Dijo Abril intentando que la mirase "'No estás limitada, escúchame"

La joven de ojos marrones giró su cara para encontrarse con sus ojos miel favoritos.

"Desde que hemos empezado a salir, no he tenido que renunciar a nada
por ti, deja de actuar como si fueses un problema"

"Eso no es verdad" Dijo Samantha "Todo el tiempo nos adaptamos a mi"

"No es cierto" Dijo Abril "Hacemos lo mismo que el resto de parejas, solo
que un poco diferente, paseamos un poco más despacio" Abril le dedicó
una sonrisa "Y somos muy creativas a la hora de ducharnos juntas"

Samantha no pudo evitar sonreír esta vez.

"Pero no eres un estorbo Sam, deja de verte así, eres el amor de mi vida. Y si te amputan la otra pierna, empujaré tu silla de ruedas hasta la cima del Everest si hace falta"

"¿Soy el amor de tu vida?" Dijo Samantha.

"Bueno, eres mi novia desde hace unos meses, pero el hecho de que lleve suspirando por ti diez años me hace creer que si, Samantha Rivera, eres el amor de mi vida"

La sonrisa que inundó la cara de Samantha fue genuina y tiró de la nuca de Abril para besarla. En ese momento entró Rosario y aclaró su garganta, cuando se separaron su madre sonreía.

"Vendrán a por ti en cinco minutos"

Samantha asintió y entrelazó los dedos de una de sus manos con los de Abril para que no se separase de ella.

La intervención transcurrió sin problemas, y cuando empujaron la cama de Samantha dentro de la habitación Abrik no pudo evitar sonreír viendo la cara de confusión de la otra mujer tras la anestesia.

•●Tres Besos●• (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora