La tenue luz de la luna iluminaba a la extensa aldea con el abasto suficiente, aquella noche era de luna llena. L suave sonido del viento chocar contra los arboles eran la melodía nocturna que los acompañaba.
Parados frente a la puerta de la residencia del primer Hokage, Kae se sostenía—o se aferraba— del brazo de Tobirama, quien intentaba mantener la calma por ambos, convencido de que en ese momento, el aún podía mantener la cordura que ambos necesitaban.
—¡Bienvenidos! —Exclamó el castaño energético que había abierto la pesada puerta de madera.
Hashirama vestía una elegante yukata roja, la cual tenia bordado el escudo de la familia Senju en su espalda con hilos blancos, su cabello estaba recogido tan solo a la mitad y sus rasgados ojos se encontraban cerrados gracias a su amplia e inevitable sonrisa, todo en él parecía genuino y sincero como siempre.
—Buenas noches, hermano. —Habló Tobirama, sonriendo devuelta.
—B-buenas noches... —Kae titubeo, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza, como años atrás había aprendido.
El menor de los Senju dio un ligero apretón a la mano de la chica, intentando transmitirle seguridad. Sus ojos se encontraron, nuevamente ella se tranquilizo. Lo que el hacia con ella parecía mágico.
—Pasen, Yagura aun no llega.
Los 3 cruzaron el jardín principal de la casa, este era el doble de grande que el de Tobirama, todo alrededor se encontraba lleno de coloridas flores que rodeaban un cristalino estanque, el camino estaba hecho de piedras que los dirigían hasta la estancia, la cual tenia sus puertas corredizas abiertas de par en par.
La calidez del interior era acogedora, las velas cuidadosamente colocadas y el hermoso kotatsu que adornaba la habitación, rodeado por almohadillas para cada invitado. Tobirama noto una demás.
—Bienvenidos. —Saludó, una mujer de hermosa piel blanca y poderoso cabello rojo.
Kae palideció, sus recuerdos se volvieron un áspero golpe contra su mente, aquel cabello tan rojo e intenso parecía ser una mala jugada para ella.
Lyan... Pensó, la castaña.
—Buenas noches, Mito —Habló Tobirama, saludando a su ya conocida cuñada.
—Kae, quiero presentarte a mi esposa, Uzumaki Mito. —Dijo el primero, acercándose junto a su esposa.
Tobirama se encontraba mudo, esperando una respuesta por parte de la castaña, quien parecía en un debate interno, estaba sufriendo.
—Ella...
—Un gusto conocerla —Respondió Kae, con una reverencia.
—Es un placer, es muy emocionante conocerte... —Dijo la pelirroja, tomando la mano de la castaña entre las suyas—. Debemos ponernos al día.
La castaña asintió con lentitud, observando sus manos unidas, la extrañaba.
—¡Hola!
—¡Yagura! —Saludó el mayor de los hermanos.
Kae regreso su mirada hasta la entrada, donde la hermana mediana de los Senju se encontraba saludando al mayor, quien al verla prácticamente corrió hasta ella para abrazarla.
La de ojos verdes frunció el ceño junto al albino al tiempo, algo no se sentía bien.
—Madara, creí que no vendrías. —Habló el castaño, recibiendo al Uchiha.
—Tobirama... —Susurró Kae, quien ya habia sido soltada por la pelirroja, quien ahora se encontraba caminando hasta los invitados—. ¿Qué hace él aquí?
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El Ave Roja |Senju Tobirama|
Fanfic(Los personajes no me pertenecen, salvo la heroína al ser de mi creación.)
