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JIMIN
(HACE 5 AÑOS)

—A tu edad yo ya no era virgen, me preocupas Jimin— rodee los ojos, arto de que Sean tocará ese tema. —¿Que? entonces, es cierto ¿no has dado ni siquiera tú primer beso?

Me quedé callado, rogando internamente que se callara porque comenzaba a fastidiarme.

—Dae, tú hermanito está arruinando la reputación de los Park — Dae dejó de prestar atención a su celular y me lanzó una risa burlona. —Creo que es hora de invitarte a una de esas fiestas donde hay muchas chicas y alcohol.

Lamentablemente, sí, estos dos idiotas son mis hermanos.

—No necesito ir a una de sus estúpidas fiestas donde parece que les matan las neuronas.—Me apuré a meter a mi boca el último bocado de mi almuerzo, deseando desaparecer de ahí.

Dae alzó las cejas, como si lo que dije fuera una aberración — eres raro, a tu edad yo siempre quería tener mi polla dentro de una chica.

—A este paso Jimin será el que termine siendo la chica "Querido diario espero que mi primer beso sea mágico" —Sean fingió la voz de chica y Dae escupió el jugo de arándanos que tenía en la boca.

Dejé a los dos riendo a carcajadas mientras azoté la puerta detrás de mi.

Salí por la puerta trasera de nuestra gigante casa, solo para ver metros y metros de soledad, odiaba vivir en un pueblo, no tenía vecinos por lo menos en una hectárea a la redonda y ningún amigo con el que pudiera perderme para olvidarme de la presión de mi familia por ser el estándar de Park que ellos tienen, no soy como ellos, eso siempre lo he sabido.

Ser el hijo del alcalde de Rainy ville no era del todo ventajoso par mí, sobre todo porque había una etiqueta con la que debía cumplir para contribuir con la imagen del señor Joon Park, y me sentía asfixiado.

Mire hacía la zona boscosa, nunca he ido solo, me da ansiedad la soledad humana que hay ahí, pero hoy, como que tenía ganas de esa soledad y de escapar, por lo menos por unos momentos.

 El sonido que provocaba el viento en las ramas de los árboles siempre me pareció perturbador, pero por alguna razón, ahora lo sentía relajante, caminé hacía no sé dónde y en busca de no se que. 

Me detuve cuando me di cuenta que estaba muy adentro, como nunca antes y el miedo quiso ganarme, pero me concentré en el canto de los pajaritos y el viento en mi cara, se sentía tranquilizante.

Cerré los ojos llenándome de eso y el sentido de mi oído se agudizó, porque ... ¿agua? sí, eso tenía que ser el sonido de agua corriendo. Miré un pequeño camino marcado entre la maleza porque estaba seguro se dirigía hacía lo que escuchaba y después de avanzar unos pocos metros... Oh, por Dios, un paisaje como de película, seguro este podría ser mi lugar favorito cuando quisiera escapar.


Un pequeño riachuelo, rodeado de césped, altos pinos y en especial un árbol zelkova perfecto como para sentarse bajo de él y olvidarme del mundo.

Aventé mi mochila al césped y me pare frente al río, levante mis brazos y grite a todo pulmón, porque sabía que nadie podría escucharme: "PUTOS PAAARK" "PUTO SEAN" "PUTO DAE"

Me quité los tenis con los mismos pies y los pateé junto con los calcetines, dispuesto a sentir el agua fresca. Ya no me sentía el Jimin que acababa de cumplir 17 años, me sentía un niño de 5 años el cual nunca disfruto de las cosas normales y sencillas como cualquier otro niño. Siempre hubo una imagen pulcra que debí cuidar.

Cintas RojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora