Capítulo 14: Del cielo al infierno sólo hay un paso

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-¡Por fin terminamos!- Suspiró Carlos dándome una palmada en la espalda- ¿Te veré en la fiesta de esta noche?

Yo asentí y paré a un taxi que me llevase al hotel. Habían sido dos meses horribles pero por fin habíamos terminado la dichosa gira. Sólo podía pensar en volver a casa y tener por fin un rato a solas con Kira. Aunque pareciese increíble, podía contar con los dedos de una mano los momentos en los que habíamos estado solas en estos dos meses y ni si quiera había sido durante mucho tiempo. Imaginé la cara que podría Sara cuando le dije que había vuelto del viaje con la misma experiencia en relaciones lésbicas con la que me fui. Seguro que tendría que aguantar interminables riñas por su parte. Si bien es cierto que no teníamos ni un segundo para estar solas, la verdad es que yo tampoco sabía muy bien cómo abordarla. Kira estaba horriblemente estresada y por cada día que pasaba su mal humor iba aumentando hasta que llegó un punto en que parecía casi imposible saludarla sin que te mandase a la mierda. Los editores y el personal que nos acompañaba la trataban ya con miedo y respeto aunque conmigo seguía comportándose igual, y eso era lo que más me enfadaba. Yo no paraba de buscar excusas para estar con ella, y si bien era la única persona a la que no trataba mal, tampoco parecía que ella estuviese desesperada por estar conmigo. Comprendía su cansancio y su mal humor pero no podía entender por qué parecía tan cómoda con la relación que teníamos. A excepción de algún beso rápido o un pequeño abrazo cuando nadie miraba y muy de vez en cuando, prácticamente nuestra relación era sólo de amistad.

Me tiré en la cama del hotel exhausta. Al menos todo habría acabado mañana. Seguro que cuando volviésemos a casa las cosas cambiarían. Volveríamos a tener tiempo para estar las dos solas y podríamos avanzar de una vez. Intentando mantener algún pensamiento optimista en mi mente, me levanté de la cama como pude, me duché y me puse el vestido que me había comprado Kira para la fiesta. Estaba ya tan acostumbrada a que mi trabajo sólo fuese revisar papeles que cuando me hablaron de la fiesta del final de la gira ni si quiera pensé en la posibilidad de que estuviese invitada, no fue hasta hace un par de días cuando Kira, que estaba revisando mi vestuario en busca de otra chaqueta que poder robarme, cuando me preguntó qué pensaba ponerme para la fiesta y caí en la cuenta de que yo también iba y de que no tenía nada decente que ponerme esa noche. Ella se ofreció a llevarme de compras y me compró un precioso vestido rojo que yo nunca habría podido pagar. Kira odiaba a muerte todo lo que tuviese que ver con vestidos y tacones así que me encargué de buscarle un pantalón y una camisa decentes para hoy. Cuando ya estuve vestida me acerqué a su cuarto para cerciorarme de que se hubiese vestido correctamente. Conociéndola, bien podía haber mandado la ropa que le escogí a paseo y estar de nuevo con los vaqueros rotos y las converse como si nada.

-¡Ayúdame con esto!- me gritó en cuanto que me vio entrar en su habitación- ¡Me quedé dormida con el pelo mojado y parezco Son Goku!

Hice todo lo que pude por ayudarla a peinarse mientras intentaba controlar la risa. Aunque a veces me desesperase un poco, la verdad es que me encantaba esa parte tan desastre de ella.

-Así mejor- le dije con una sonrisa cuando conseguí ordenar un poco su cabello.

Kira se volvió y me miró un poco sonrojada.

-Estas preciosa Eri.

Yo le sonreí de nuevo avergonzada. En ese momento llamaron a la puerta y escuché la voz de Carlos metiéndonos prisa.

-¡Vámonos!- le dije cogiéndola de la mano- Ya casi hemos terminado, mañana estaremos en casa.

Ella me devolvió la sonrisa y caminamos junto a Carlos hasta el restaurante del hotel donde se celebraba la fiesta. Una vez más, volvía a sorprenderme del carisma que tenía mi huraña escritora. Un montón de gente famosa se había reunido allí en su honor, y no me refiero sólo a escritores y gente del mundillo. También había actores y músicos famosos, incluso políticos. Desde luego, Kira era toda una celebridad.

El misterio de Valquiria (YURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora