Capítulo 20: La decisión de mi madre

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Llevaba como media hora dando vueltas frente al portal de mi casa. Tenía que subir a coger mis cosas pero eso significaba también enfrentarme a mis padres. No tenía ni idea de qué podrían decirme ahora que lo sabían todo. La noche anterior había sido demasiado confusa y no pude sacar nada en claro. Aún no sabía si estaban de acuerdo con mi relación con Kira ni qué les parecía que tuviese la intención de irme a vivir con ella, y siendo sincera, me daba terror conocer la respuesta a esas preguntas.

Había pasado la noche con Sara, poniéndola al día de todos los enredos en los que se había visto envuelta mi vida en los último días y ahora tenía que enfrentarme a lo inevitable. Si quería avanzar no había otro remedio y ya había tenido suficientes dramas en estos meses como para dejarme acobardar por esto. Era la última prueba a la que tenía que enfrentarme para estar con ella y no pensaba retroceder. Seguro que en el futuro tendríamos que pasar por muchas más cosas dolorosas pero estaba segura de poder enfrentarme a todo si las personas que me querían estaban de mi parte.

Me repetí todo aquello varias veces en mi cabeza para infundirme ánimos y por fin saqué las llaves y entré en casa. Mi padre debería de estar en el trabajo ya que no le veía por ninguna parte, me acerqué a mi madre que estaba sentada en uno de los sofás del salón un poco aliviada, al menos sólo tendría que enfrentarla a ella. Me dí cuenta en seguida de que tenía el libro de Kira entre las manos y de alguna forma eso me dio valor. Me senté a su lado un poco cohibida mientras ella me miraba con una expresión indescifrable.

-Mamá yo...-comencé sin saber muy bien qué decirle.

-Anoche estuvimos hablando tu padre y yo- me cortó ella.

Parecía cansada y tragué saliva de inmediato. En realidad no sabía que esperarme, era consciente que de sería algo difícil de asimilar para ellos pero tampoco podía medir cuál sería su reacción. La miré esperando a que continuase mientras me ponía cada vez más nerviosa.

-Deberías de habérnoslo dicho antes- continuó pensativa.

-¡Lo sé! Es que tampoco ha sido fácil para mí- confesé- Al principio no sabía cómo me sentía, tampoco sabía cómo contarlo...

Dejé la frase en el aire, era demasiado difícil explicar este tipo de cosas a mi madre. Ella suspiró y levantó el libro que llevaba por la mitad. Me sentí aliviada al saber que se lo estaba tomando en serio.

-Érica no puedo decirte a quién tienes que querer y desde luego parece que ella te corresponde.

Sonreí como una idiota ante el comentario y mi madre sólo suspiró de nuevo.

-A tu padre le va a costar un poco hacerse a la idea pero se acostumbrará- dijo al fin.

La miré emocionada. ¿Eso era una aprobación? Sentí un alivio tremendo de pronto y me puse a llorar como una niña pequeña. Necesitaba esto, necesitaba que dejásemos de ser un secreto. Estaba tan feliz que no podía parar de llorar, por su puesto a mis padres no les entusiasmaba la idea pero me valía con que lo aceptasen. Ahora por fin podríamos ser una pareja de verdad, sin tener que ocultarnos ni avergonzarnos de nada. Simplemente nos queríamos y ahora que el mundo parecía aceptarnos podría dejar de esconderme.

-No obstante- continuó mi madre- Vivirás en casa hasta que acabes la carrera. No voy a dejar que te distraigas y tires por la borda todo el trabajo que has estado haciendo estos años. Eres muy joven para irte a vivir con nadie.

Mi burbuja de felicidad explotó en seguida, definitivamente había gastado toda mi suerte. Pensé en replicar, quería desesperadamente dejarme llevar por mi amor por Kira, vivir con ella y olvidarme de todo lo demás pero supongo que mi madre tenía algo de razón en esa parte. Si no la hubiese conocido a ella, jamás habría pensado en dejar la casa de mis padres para irme a vivir con un novio o una amiga tan pronto, y ahora que mis padres parecían aceptarlo no quería una nueva bronca con ellos por este tema. Se lo había prometido a Kira, pero a lo mejor deberíamos esperar. Me quedaban dos años para terminar la carrera y empezar a trabajar, entonces podríamos vivir juntas y olvidarnos de lo demás pero ahora tenía que centrarme. Quizás incluso fuese bueno no adelantar las cosas.

Solté un profundo suspiro , le dije a mi madre que estaba bien y ella sonrió satisfecha. Después me despedí de ella y volví a marcharme, ahora tenía que hablar con Kira. De alguna forma estaba tranquila, parecía como si todas las preocupaciones que me habían tenido sin dormir los últimos meses se estuviesen deshaciendo una tras otras. Bajé canturreando por las escaleras y me encontré el deportivo rojo de Kira parado justo en la puerta. Ella se bajó del coche al verme y se acercó con aspecto preocupado, otra vez estaba demasiado despeinada y tenía una ojeras horribles. Antes de que pudiese decirme nada me lancé sobre ella y la abracé. Kira se sorprendió al principio pero me devolvió el abrazo en seguida y en su rostro se dibujó una sonrisa.

-¿Todo bien?- me preguntó dudosa.

-Mas o menos, tengo una noticia buena y una mala ¿Cuál quieres primero?

La cogí de la mano y comencé a caminar con ella hasta un pequeño parque que había detrás de mi bloque. No podía evitarlo, estaba feliz. A pesar de que mi madre se hubiese negado a dejarme vivir con ella por ahora ya no había nada que nos separase.

-Te doy primero la buena- dije sin dejarle contestar- Mis padres lo han aceptado.

Kira me sonrió y se sentó en un banco del parque sin soltar mi mano. Yo me senté a su lado y cogí aire para decirle lo demás.

-Pero no quieren que vivamos juntas aún.

-¿Cómo que no?-dijo frunciendo el ceño- Tu ya eres mayor de edad puedes hacer lo que quieras.

-Lo se y lo que quiero es hacer las cosas bien.

Ella no parecía entenderme y se estaba enfadando así que busqué las palabras para explicárselo claramente.

-Quiero que mis padres te quieran- le dije mirándola a los ojos- Quiero que podamos hacer cosas juntos los cuatro y que te sientas parte de la familia y no voy a conseguir nada de eso si me voy contigo ahora. Ellos te han aceptado, podemos vernos cuando queramos pero es mejor que por ahora yo siga viviendo con mis padres.

Kira torció el gesto pero no dijo nada. Ella no tenía familia, no tenía padres o hermanos que la acompañasen o la regañasen todo el tiempo y yo quería intentar darle una. Finalmente pareció entender lo que le decía y asintió aún molesta.

-En cuanto termine la carrera me voy contigo- le dije sonriéndole- Si es que aún me quieres para entonces.

-No seas idiota- me dijo sonriendo al fin.

Después me besó y apoyó su frente contra la mía.

-Te voy a querer siempre Eri, así que no tardes en venirte conmigo.

El misterio de Valquiria (YURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora