(Narra Kira)
Me desperté con algo pesado sobre la cabeza, al principio pensé que aún estaba soñando pero luego me di cuenta de que uno de mis gatos había decidido usar mi cabeza como cama. Lo aparté antes incorporarme y busqué a tientas mi móvil en la mesilla. Eran cerca de las dos de la tarde y tenía un montón de llamadas perdidas de Álex. "Éste no tiene vida social" pensé mientras caminaba hacia la cocina en busca de algo que comer. Tropecé con varias latas de cerveza vacías hasta que conseguí llegar al refrigerador. Dentro no había nada que no tuviese alcohol. Decidí pedir una pizza y me senté en sofá donde estaban esperándome mi portátil y los gatos. Encendí en ordenador y allí estaba ese maldito documento en blanco.
Desde que tengo uso de razón mis historias se escriben solas. Todo aparece en mi cabeza como si fuese una película que sólo tengo que transcribir pero ahora era distinto. Llevaba exactamente dos meses y diez días intentando escribir una maldita historia de amor y no me salía absolutamente nada. Abrí una cerveza mientras esperaba a que la pizza llegase e intentaba que a mi cabeza llegase también alguna idea. Ya lo había intentado todo, había visto infumables películas romanticonas y había leído libros, incluso había salido a la calle a buscar parejas en las que inspirarme pero sólo había conseguido una denuncia por acoso que no entendía por qué me habían puesto y perder mi tiempo de una forma asquerosa. Ya no sabía qué mas hacer.
Mi móvil sonó de nuevo y lo cogí bastante cabreada.
-¿Qué mierda te pasa Álex?- le pregunté como saludo.
-Hola Kira...-contestó él indeciso- Sólo era para saber qué tal estás...
Sabía de sobra por qué me llamaba. Álex fue mi editor hace algún tiempo, por decirlo de una forma simple, supongo que era el menos gilipollas de todos los pesados que me había mandado la editorial. Siempre recurrían a él cuando me retrasaba en las entregas o hacía algo que no les gustaba a esos estúpidos de corbata.
-Déjate de formalidades- le espeté- El libro va como una mierda si es lo que quieres saber, dile a tus amigos de la editorial que me dejen escribir lo que me dé la gana y paren de joder de una vez.
-Kira... tienes que ceder un poco- dijo él preocupado- ¿Sabes la cantidad de dinero que están perdiendo por mantener tu identidad oculta? Las novelas de amor se venden bien, sólo te han pedido que hagas una, después puedes escribir lo que quieras.
-Ese es vuestro problema no el mío.
-Mira déjame decirte una cosa, tienes muy cabreados a los jefes... ya sé que eres su escritora estrella pero no vas a poder hacer lo que te dé la gana siempre. Si sigues así dejarán de editarte, tienes que poner un poco de tu parte también...
Yo suspiré de una forma exagerada. Lo que más me jodía de todo era que esos tipos del traje no tenían ni idea de lo que es escribir. Una novela no te salía así por las buenas. No era algo que pudiese hacer por encargo. Al menos yo no podía. Toda esa mierda de la escritora estrella me tenía bastante harta, yo no era ninguna fábrica de libros sólo escribía sobre lo que tenia dentro. Aunque intentase escribirles una bonita novela romántica no podía hacerlo si yo no sabía nada del amor... ni me interesaba. Entonces se me ocurrió algo un poco disparatado pero que quizás podría funcionar.
-Necesito un ayudante- le dije.
-¿Un ayudante? ¿No tienes a tu editor?
-¡No de ese tipo! Alguien que me ayude a documentarme para la novela.
Álex guardó silencio un rato.
-Bueno...- dijo titubeando- Quizás funcione... déjame hacer algunas llamadas.
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El misterio de Valquiria (YURI)
RomanceÉrica es una aplicada estudiante de literatura. Gracias a su profesor, comenzará a trabajar para Valquiria, una famosa y excéntrica escritora. Sin embargo, Valquiria no resulta ser la persona que ella esperaba y conforme más se acerque a ella más di...