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Camino por los alrededores de la cabaña siguiendo el rastro del olor del omega. Un par de metros después lo encontró de pie en medio de uno de los senderos que llevaban a la punta de la montaña. Seokjin estaba en silencio mirando al cielo.

-Seokjin... - Jungkook le hablo suavemente para no asustarlo. El omega se dió la vuelta dándole una hermosa sonrisa.

-Esto es hermoso, Dios es terriblemente hermoso ¿Cómo puede ser algo así de hermoso?

Jungkook siguió la mirada del omega. Sonrió al ver lo que tanto admiraba. Quizás para él no significaba nada, lo había visto cientos de veces pero para Seokjin parecía ser lo más hermoso que jamás había visto.

El cielo estaba totalmente iluminado por millones y millones de brillantes estrellas que adornaban el oscuro cielo.

Se acercó hacia Seokjin y tomándolo suavemente de las caderas lo acercó a él. El omega se recargo sobre el pecho ajeno sin quitar en ningún momento la mirada del cielo.

-Lo había visto en fotografías pero no creí que fuera tan hermoso. Nunca creí que lo vería con mis propios ojos.

En realidad era una suerte que Seokjin encontrará el cielo despejado. Aunque la primavera ya había llegado aún había presencia de nubes y muy raras veces el cielo se encontraba totalmente despejado.

Si ese lugar le encanta a Seokjin, no quería imaginar lo que sería si lo llevará a su lugar favorito.

-Por la altura y la estación generalmente siempre hay nubes. Es una suerte que lo veas así.

Seokjin no respondió, solo se limitó a observar el cielo estrellado mientras los brazos del alfa lo rodeaban.

De regreso a la cabaña Jungkook llevó a Seokjin en su espalda. El omega estaba demasiado cansado como para regresar por su propia cuenta. Caminaron en silencio, observando las estrellas y disfrutando de las últimas noches del invierno.

-¿Te gustaría acampar mañana?

Seokjin desvió su atención hacia el alfa. Había acampado varias veces con su familia y realmente lo amaba. - Me encantaría.

La felicidad llenó a Jungkook y sonrió abiertamente, antes de dejar un ligero beso en la frente de Seokjin. No sabía que era, pero esa sensación en su pecho y estómago le gustaba.

Al llegar a la cabaña Jungkook regresó al colchón que había arrojado en el desván a la habitación a dónde pertenecía. Reacomodo rápidamente los muebles y entregó a Seokjin un par de sábanas nuevas y limpias.

-Ten una buena noche.

Le sonrió al alfa y besó su mejilla antes de cerrar la puerta. Sabía que Jungkook no se había marchado, podía sentir la respiración del alfa golpear la madera. Le gustaría invitarlo a pasar y dormir juntos como las noches pasadas. Pero tenía mucho que pensar. Y necesitaba hacerlo con la cabeza fría.

Jungkook se alejó lentamente de la puerta, aún conservando un poco la esperanza de que la puerta de la habitación se abriera y el omega lo llevará dentro con él. Pero no sucedió.

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