Pornkémon

7. Respeto (Morango)

Entramos juntos a las duchas de la base. La sala es de un blanco frío, invadida por manchas verdes del moho creciendo en las juntas de los azulejos.

—Vamos José Ramón, entra sin miedo. Que no te de vergüenza ahora, ya te he visto follarte a mis Pokémon.

Tiene razón, así que comienzo a desnudarme y dejo mi ropa plegada en uno de los bancos de la entrada. Carmino hace lo mismo y me sonríe de una manera algo perturbadora.

—Ruego que me disculpes, no tenemos agua caliente. Teníamos un Charmeleon calentando el agua pero se le mojó la cola y falleció hace poco. El agua es filtrada del lago de Malvalona así que no te preocupes que está limpia aunque no te la bebas porque sigue sin ser potable.

Asiento sin dirigirle la palabra y abro el grifo de la ducha. Un agua fría cae sobre mi cuerpo y se me eriza la piel. Está demasiado fría.

—No me esperaba ese comportamiento tuyo —me dice Carmino al otro lado de la ducha—. Nacho es un chico muy temperamental y esa reacción que ha tenido contigo jamás la he visto antes. Tienes unos cojones bien puestos José Ramón. Vaya dos perlas tienes por bolas chico.

No le respondo. No sé qué contestarle. No suelo ser así con nadie pero me vi obligado a actuar de esa manera con ese chico. Me sentó mal verle la cara después de aquello, pero no puedo dejar que pasen por encima de mi aquí. Soy el menos experimentado entre todos ellos y un blanco fácil para ser objeto de burla. Necesito hacerme respetar. No puedo ser el Ekans que se muerde la cola, tengo que ser el Braviary que caza al Ekans.

—Tenemos poco tiempo ¿Lo sabes no? Esta misión es bastante arriesgada. En un principio hubiera enviado a Fantasma en tu lugar, pero Semeon es tuyo y sólo te seguirá a ti. Dependiendo de tu resultado en esta misión sabré realmente de qué pasta estás hecho.

—Lo sé. Lo supe desde el primer momento. Lo que sigo sin saber es por qué seguías en Villa Raíz todavía. Quiero decir ¿Teniendo todas estas instalaciones y el dinero de tus padres ¿Por qué fingir algo que no eras? ¿Desde hace cuanto llevas haciendo esto a nuestras espaldas? ¿Qué has logrado hasta ahora? Porque has dicho que llevas dos años con esto pero me parece demasiado poco tiempo para todo lo que...

De golpe, de detrás mía, una mano agarra mi pene con fuerza y otra me agarra del cuello y me lo tira para atrás. El aliento podrido de Carmino entra por mis fosas nasales mientras me susurra al oído.

—Muévete un solo centímetro y te conduciré a un estado vegetal usando mis poderes psíquicos.

Me quedo paralizado en el sitio, mi corazón comienza a latir más rápido que nunca. Me encuentro sobresaltado y me cuesta respirar.

—Haces demasiadas preguntas José Ramón. Te he dejado lucirte con mis altos mandos pero no olvides quién dirige esta mierda todavía. Necesito que ellos te sigan, que crean que eres un líder a la par que yo. Tendrás su lealtad si la deseas, la necesitarás seguro. Pero tu aquí eres mi putita, así que vas a hacerme caso a todo sí o sí ¿Entendido?

—Pero Carmino... —digo volteando mi cabeza hacia él.

Sus ojos se tornan morados y un fuerte dolor aparece en mi cerebro. Comienzo a gritar y cesa de golpe. Una gota de sangre cae por mi nariz y aterriza en el suelo de la ducha borrándose inmediatamente al tocar el agua.

—Ni un solo centímetro —dice Carmino con frialdad—. Nacho tiene razón, sólo necesitamos tu semen. Pero confío en que puedes sernos de mayor utilidad. Así que repito ¿Entendido?

Me aprieta el pene con gran fuerza y suelto un grito agudo. Carmino mueve su mano y comienza a masturbarme. El cuerpo se me tensa pero me niego a moverme por miedo.

—E-entendido.

Carmino suelta una carcajada y continúa masturbándome. Observo cómo su mano se agita rápidamente en mi pene que cada vez se torna más y más grande. Carmino se sorprende al ver cómo mi pene ha triplicado su tamaño y su mano ya no puede agarrarlo entero. Carmino vuelve a reírse con emoción.
No para de masturbarme. Me niego a moverme por terror a que me fría el cerebro. Solamente han pasado tres minutos pero siento que esto está siendo una eternidad.
Finalmente eyaculo en la mano de Carmino y éste para. De reojo veo cómo se lleva la mano a la boca y empieza a tragarse todo mi esperma. Me produce angustia lo que estoy viendo pero sé que el sentimiento no es mutuo. Las pupilas se le dilatan y vuelvo a ver su horripilante sonrisa amarilla. Carmino se sonroja y comienza a dar vueltas alrededor mía dando saltos.

—¡Delicioso! ¡Delicioso! ¡Delicioso! ¡La lefa del Cumbringer es deliciosa! Lo sabía. ¡Qué sabor, qué textura, qué potencia! ¡Que semen más rico!

Carmino me agarra de la cara por los mofletes y me besa en la boca con sus labios aún manchados de mi esperma. Éste es mi primer beso, y ha sido asqueroso.

—¡Alegra esa cara hombre! —Dice Carmino con jovialidad—. Estamos juntos en esto ¿verdad?

Carmino me golpea en el hombro en señal de compañerismo, pero su tremenda fuerza hace que trastabille hacia la pared de la ducha y caiga al suelo. Ahí sentado y con el culo dolorido observo a Carmino sonreír para sí mismo y un terror hacia él invade mi cuerpo. Ese hombre gordo, feo y sudoroso que por fuera parece un simple niño; por dentro esconde un monstruo. Un monstruo con la sombra más grande que jamás haya visto.

—Levanta José Ramón y termina de ducharte. Afuera te esperan tus hombres. Ve a recuperar a Semeon y tu Rotomdex.