Pornkémon

9. Rescate (Morango)

Los Dittos faciales se aprietan en nuestra cara. Son fríos y húmedos, dan una sensación agradable pero duelen ligeramente aunque nos acostumbramos rápido.

Estamos en Lavacalda, a escasos cien metros del cuartel general del antiguo equipo Magma en el Monte Cenizo. Ahí dentro debe estar mi Semeon y las pruebas de su naturaleza. Hay carteles de busca y captura de Carmino y yo, juntos sumamos una buena cifra, menos mal que nadie nos reconoce gracias a los Dittos.

—Chi-chicos, estamos frente al cuartel pero ¿Cómo vamos a entrar si somos simples ciudadanos? Miau—dice Tans.

—¿Pero no has estado atente al jodide plan o qué? Lo tenemos tode preparade, espero que no jodas nada de lo que está planeade, estúpide.

—Alicia, por favor, deja de hablar como una retrasada y respeta a Tans, ella igual no es la más sagaz de entre nosotros pero es muy habilidosa. Tan solo explícale bien el plan y no seas tan cortante, así no vas a lograr nada ni a nadie que te quiera.

—Lo que tú digas Lucis, no pienso discutir. Vale, no lo pienso repetir, estad atentes. Tengo un Keckleon entre las tetas, éste como ya sabréis puede hacerse invisible a voluntad. Pero no sé si recordáis lo que dijo Carmino sobre su Joltik del culo cuando se transformó en tipo sexo.

Un silencio invade la calle, nadie contesta.

—Sus poderes se amplificaron —Alicia suspira—. Vamos chiques no seáis unos fifes y ponédmelo fácil. Pareciera que no os habéis enterado del plan a propósito para que os lo vuelva a explicar y así le exponga a un lector omnisciente lo que debemos hacer aunque se escape de cualquier lógica.

—Miau —maúlla Tans.

—Estoy rodeade de inútiles, en fin, prosigo. Nacho y yo hemos estado estudiando el poder del Cumbringer, por alguna extraña razón Nacho sabe muchísimo acerca de ellos y sus poderes, desconozco el motivo pero nos es muy útil la verdad. El caso es que si hemos hecho bien nuestro trabajo, mi Keckleon transformado en tipo sexo con el semen de José Ramón debería amplificar su invisibilidad y hacernos invisibles a nosotros. Vamos a comprobarlo.

Nos acercamos a un callejón para poner a prueba su teoría.

—José Ramón, necesitamos un poco de tu esperma. Si nos haces el favor...

—Vale, voy. No me miréis fijamente por favor. Aunque también me pregunto por qué no pudimos comprobar esto antes en las instalaciones, nos hubiéramos evitado tener que hacer esto ahora sin sentido alguno. ¿Y si falla éste plan? ¿Por qué no hemos preparado esto mejor? El plan la verdad que no tiene ni pies ni cabeza.

—¿De verdad eres un Cumbringer y no conoces los límites de tu poder? Las transformaciones solo son efectives un día desde su primer uso, si hubiéramos revertide le transformación de Keckleon deberíamos haber tenide que esperar a mañana para hacer le misión. Y no tenemos un día.

—José Ramón, tranquilízate —me susurra Lucis—. Tengo un plan B si es necesario, haz caso a Alicia y córrete, date prisa.

Hago caso a Lucis. No sé por qué me transmite una seguridad que no he notado en nadie antes, siento que es un hombre de confianza.
En cuestión de cuatro segundos pensando en Alicia, logro acabar. Un lago de esperma fluye sobre la palma de mi mano. Lo acerco a mi grupo y lo reciben con ilusión.

 —De acuerdo, toca a Keckleon con tu semen y haz tu magia, potaxie —me dice Alicia con un brillo nunca antes visto en sus ojos, creo que me empieza a gustar esta chica.

El Keckleon comienza a transformarse en su tipo sexo, mantiene su apariencia pero tiene distinta forma y color. Es un blanco roto.

—Poneos todes en contacto con el Keckleon, vamos.

Hacemos caso todos y en el mismo instante que tomamos contacto con él nos volvemos completamente invisibles y después el propio Keckleon hace lo mismo.

Entramos en las instalaciones. Agrupados y en silencio investigamos el cuartel por dentro. Dentro hay muchos policías en su horario de descanso y científicos en bata corren de un lado a otro de la estancia. Decidimos seguir a uno de ellos que parece ir con extrema prisa.

Entramos dentro de una sala blanca llena de científicos haciendo experimentos. En la distancia logro divisar a un señor miope de pelo canoso con un aspecto algo extravagante. Es Acromo, antiguo miembro del Equipo Plasma y su mejor científico. ¿Qué hace aquí este hombre? ¿Por qué está en Hoenn y no en Teselia? Mierda mierda mierda. Deben de haberle llamado para investigar a mi Semeon sin duda alguna. Debemos darnos prisa o será demasiado tarde, ese hombre es demasiado bueno en lo que hace.

Seguimos a un científico acercarse a una puerta gruesa que se abre automáticamente por reconocimiento facial y nos colamos por ella antes de que logre cerrarse a nuestras espaldas.

Bingo

Veo a mi Semeon, él no me ve a mi. Está encerrado en una gran celda cúbica con un vidrio irrompible en cada una de sus caras. Esperamos pacientemente a que el científico salga de la habitación.
En cuanto sale, Lucis corre a bloquear la puerta con un código. Temo que suene la alarma pero no sé cómo, logra hacerlo sin problema alguno. Este chico es increíble.

Nos separamos el resto de Keckleon y volvemos a ser visibles. En cuanto Semeon me ve comienza a dar vueltas en el sitio emocionado por volver a verme. Tranquilo amigo, he venido a salvarte.

—Vale, ahora ¿Cuál es el plan? ¿Cómo vamos a romper este vidrio y vamos a sacar a Semeon? Además, aquí no está la Rotomdex, no podemos irnos sin ella tampoco —digo preocupado.

—Tranquile fife, tu Rotomdex le mangué sin que nadie se diera cuenta en le sala anterior. En cuanto se distrajeron un poco le agarré rápidamente, nadie se ha enterado. Sobre Semeon, ¿Quién ha dicho nada de romper? ¿No recuerdas que es une infiltración sigilose?
Tengo un Ralts entre las tetas.

—¡¿Cuántos Pokémon te caben ahí?! —digo sorprendido.

—Alicia, déjame hacerlo a mi, miau. —dice Tans con entusiasmo.

Tans agarra el Ralts por la cabeza y mira de frente a mi Semeon. Éstos comparten miradas y en cuestión de un parpadeo Tans desaparece de mi vista y aparece dentro de la celda de Semeon. Agarra a mi Pokémon con el brazo que tiene libre y sale de nuevo teletransportándose con el Ralts de Alicia.

Semeon salta hacia mis brazos y yo lo abrazo al vuelo. Estoy tan feliz de volver a verte, amigo.

Lucis hace lo mismo y corre hacia Tans emocionado.

—¡Eso ha sido INCREÍBLE, eres la mejor! ¡Lo has hecho perfectamente y ha salido todo genial!

Lucis abraza a Tans con emoción. El abrazo es más duradero de lo normal. Como si estuvieran solos en la habitación, Lucis agarra una nalga de Tans, y ésta pega un respingo, pero parece que le gusta. Lucis se lanza y le da un beso en la boca a Tans y ella no se aparta. Estoy feliz por Lucis, ha logrado lo que suponía. Miro de reojo a Alicia y ella hace lo mismo. Cuando nuestras miradas se cruzan las apartamos de inmediato y nos sonrojamos los dos.

—Tans, siempre te he querido, desde la primera vez que te vi. Quiero a Carmino, es un buen líder y nos ha mostrado su gran sueño, pero me era imposible no odiarlo por saber el mal trato que ha tenido hacia ti y por saber que tu corazón le pertenecía a él y no a mí. Quiero una vida a tu lado Tans, quiero pertenecerte. Podré ser tu bardo y darte croquetitas. Miau —maúlla, ésta vez Lucis.

—Va a ser que no —dice una voz ronca y grave que proviene de una figura misteriosa a nuestras espaldas.

La figura misteriosa, de aproximadamente el doble de nuestro tamaño y triple de peso agarra a Tans de una pierna y la lanza contra el cristal con todas sus fuerzas. Tans revienta como un globo de agua contra el cristal y lo llena todo de sangre y vísceras. Recuerdos traumáticos del padre de Carmino se me aparecen en la cabeza. No, otra vez no. No más muerte, por favor.