Han pasado tres meses desde que vi por última vez a Carmino. Pero de alguna manera o de otra, siempre me acompaña allí donde voy. Una sombra escondida en el rabillo de mi ojo que me vigila y se ríe de mí en la distancia.
Se rió cuando tuve que tirar a mi madre al lago para que la encontrase días más tarde un ciclista que pasaba por allí. Unos ojos morados me miraban en la distancia cuando acudí al entierro enmascarándome con un Ditto para así poder volver a ver a mi triste padre y a mi acongojada hermana pequeña. Fue el niño, lo sé. El mismo que se llevó a mi hijo se ha llevado a mi mujer. El destino de Carmino es tormentoso, estoy seguro de que la justicia hará su trabajo. Le decía mi padre a un desconocido como yo.
—Puede estar seguro de ello señor Expósito. Se encargarán del desviado, confío en ello —le dije en un intento de camaradería, pero en los ojos de mi padre ya se había perdido la batalla. Debía luchar solo.
En mis entrenamientos con Nacho, mientras practicaba técnicas de combate avanzadas, también debía luchar contra los sinuosos reflejos de la masa amorfa y ultra-musculada que me atormentaba en sueños. Buscaba siempre los puntos débiles, pero al reflejo imaginario le bastaba un brazo para aterrarme.
—José Ramón, necesitas centrarte. Enfócate, debes ser un arma —de estos tres febriles meses, esas palabras se me vienen a la cabeza a todas horas. Nacho le ganaba la batalla mental al totalitarista en algunos momentos, pero nunca terminaba de caer del todo.
Una noche, despierto por los susurros de la inminente muerte, me levanté y destrocé con una tubería metálica cada uno de los espejos de la sala de entrenamiento y me fortalecí caminando sobre ellos al día siguiente.
Enfócate, debes ser un arma.
Día si y día también me dedicaba a crear una misión y una sociedad en aquella central eléctrica abandonada, debía unirlos. Toda la ayuda era necesaria para el día del juicio que esperaba como un escalofrío en la columna, súbito e impredecible. Limpié cada huella que había dejado aquel niño psíquico en la base. Sus Pokémon de compañía los liberé sin poder mirarlos a la cara, sus mentes destruidas por un incesante abuso físico antinatural. Su cuarto, repleto de objetos extraños que no me molesté en investigar, lo destruí a base de fuerza bruta y un Semeon moldeado con la forma de un bate de béisbol, barrí los desechos de la misma manera que me disponía a hacer dentro de poco con su cuerpo inerte echo pedazos. Pero no volví a entra a aquellas duchas, usaba la salida trasera de la central que daba a un suministro pequeño del agua del lago y me aseaba allí después de sobrevivir un día más al infierno que me estaba haciendo pasar Nacho.
Tienes que estar atento, si sobrevives tú, sobrevivimos todos.
Lucis despertó a los días siguientes del accidente, pero se podría decir que ya no era el mismo. Un fuerte trauma lo tenía retenido y no hablaba. Tampoco le funcionaba el brazo derecho y usaba su tonta zurda para tirarse la comida encima cada vez que se la intentaba llevar a la boca. Aurora decidió ser la encargada de su bienestar y ser la persona que le ayudaba a realizar todas las necesidades básicas que su cerebro aturdido no era capaz de hacer.
—Venga Lucis, quiero saber más de ti. Cuéntame alguna aventura.
No había respuesta. Pero me miraba deseoso de poder contestarme mientras le ayudaba a pasear por los noctámbulos pasillos de paredes escurridizas de agua condensada. El frío había llegado y la humedad del recinto no tenía piedad con nuestros débiles cuerpos insuficientemente nutridos.
Era incapaz de no gritar cuando la caricia del sueño me rozaba, era entonces cuando Alicia se escurría entre las sábanas para calmarme y hacerme pensar en otras cosas. Nuestros cuerpos funcionaban y compenetraban bien juntos, estábamos rotos pero podíamos encajar para sentirnos bien por unos instantes.
![](https://img.wattpad.com/cover/369316813-288-k129772.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pornkémon
ФанфикLA HISTORIA DE POKÉMON MÁS LOCA QUE VAS A LEER. José Ramón acaba de cumplir 10 años y va a recibir su primer Pokémon de manos de la Profesora Aura. Todo parece ir bien (más o menos) hasta que su amigo y rival Carmino decide transformar a nuestro dul...