Seungmin [V.]

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En ese momento, lo último que quería era convivir con ese imbecil, pero me apetecía aún menos convivir con la enamorada de mi madre y su esposo.

Christopher se dio la vuelta y se encaminó a la salida, y no tuve más opciones que simplemente seguirlo.

Al estar afuera frente al auto, Christopher se dispuso a sacar una cajetilla de cigarros.
"No me sorprendía la verdad". Delante de su padre era el hijo perfecto que no tocaba ni la punta de un cigarrillo, pero a su espalda era todo lo contrario.

Lo mire mientras expulsaba humo con la boca semi abierta, con lentitud y fluidez.
Yo no fumaba, hubo unas cuantas veces que mis amigos me hicieron probar, pero realmente no le encontraba gusto alguno. Y como si me estuviera leyendo la mente Chris se volvió hacia mi y con una sonrisa ladina me ofreció uno.
—¿Quieres?— me pregunto dando un paso hacia delante para dirigirse a la puerta del Ferrari.
—No gracias, no fumo. Y yo que tú haría lo mismo, no querrás matar la única neurona que te sirve— dije colocándome de espaldas a el. Entonces sentí su cercanía detrás de mi cuello.
—Ten cuidado o te dejo aquí, para que camines.— me advirtió y me tiro todo el humo a la cara, antes de darse la vuelta y subir al coche.

Realmente esa no era mi mejor noche.

                            ...

—¿¡Pero que te pasa!?— le grite cuando el descabezado de mi hermanastro piso el acelerador con todas sus fuerzas.
—Ah, encima que te estoy llevando,¿vas a ponerte a gritar?— me cuestionó con enfadado mirando hacia la carretera.
—Desde que te eh conocido, no has dejado de quejarte por todo. Así que sierra tu maldita boca por una vez.—  me dijo aumentando su tono de voz.
Nadie me decía lo que tenía que hacer. Y Christopher no iba a ser la excepción.
— ¡Vete a la mierda Christopher!— le grité.
Entonces Christopher piso el freno tan de golpe, que si no hubiera tenido puesto el cinturón, me habría estrellado contra el cristal.
Intente regular mi respiración y recomponerme del shok que me causo ese repentino acto.
—!¿Estas de mente!?— le volví a gritar asustado, por que nos pudiera chocar algún auto. Christopher me miró fijamente, muy serio, además de que su olor desprendía enojo.
—Baja—
"¿Que?"
Tenía que haber escuchado mal.
—No lo pienso repetir— me advirtió en tono neutro.
—¿No piensas dejarme aquí, no?— le dije asustado.
Eso ya era pasarse del límite.
—¡Christopher!, ¡no puedes dejarme aquí!.—
Entonces saco las llaves abruptamente, se bajo del auto, y empezó a dirigirse hacia mi.
"¡No, no puede hacerlo.!"
Christopher realmente daba miedo cuando se enojaba. Parecías más enfadado que nunca.
Mi respiración empezó a agitarse cuando escuche la puerta abrirse, y su mano agarró mi brazo con tanta fuerza, que seguro quedarían marcas rojas.
Entonces de un tirón me saco del coche.
"No, no, no"
—¿¡Hey, pero qué haces!?— le grite desesperadamente.
— Ya tuve suficiente de tu actitud, aver si con esta aprendes— me dijo por encima de su hombro, girándose para volver al asiento de conductor. —No pienso dejar que me hables así, y hagas lo que quieras, yo tengo cosas que hacer como para seguir aguantando tus mierdas. Pídete un taxi o algo. Arréglatelas tu— Dicho eso se adentro en el vehículo y acelero.
Sentía como me empezaba temblar todo el cuerpo.
—¡CHRISTOPHER!— grite antes de que el auto se perdiera de vista en las curvas de la oscura carretera.
Lo primero que se me ocurrió fue llamar a alguien, así que a la velocidad de la luz, saqué mi teléfono e intenté prenderlo, pero...
¿El destino tenía algo en mi contra?
El teléfono se había quedado sin batería. !Maldita sea!, maldito sea Christopher.
Lo único que se podía hacer en esa situación, era alzar mano, esperando que alguien decente y civilizado, se disponga a llevarme.

En cuanto volviera a ver al hijo de puta de mi hermanastro, se las iba a hacer pagar caro. Eso no podía quedar así.

Ya habían pasado varios coches, pero ninguno paró, para mi desgracia.
Empecé a caminar para entrar un poco en calor.

ChanMin |Culpa mía|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora