Seungmin. [XIX.]

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Haber ido aquella noche con Christopher había sido un error.

Sí, me atraía muchísimo, y sí, perdía el hilo de mis pensamientos cuando me tocaba o me besaba, pero no me gustaba cómo era.

Christopher Bang se movía en un círculo que yo había evitado durante toda mi vida: las peleas, las fiestas fuera de control, la droga o el alcohol pertenecían a algo de lo que yo no quería formar parte.

Aún intentaba habituarme a mi nueva vida, no hacía ni dos semanas desde que había llegado y todo había cambiado.

Lo de Changbin aún me afectaba y estar comenzando algún tipo de relación con Christopher solo empeoraba las cosas porque yo sabía exactamente lo que alguien como él quería de alguien como yo... Podía ser anticuado o raro o lo que sea, pero me gustaban las cosas a la vieja usanza.

Quería que el alfa que quisiese estar conmigo me lo demostrase cada día, me gustaban las frases cariñosas, los gestos dulces... y Chris era lo opuesto a todo ello.

No estaba preparado para que me volviesen a romper el corazón; es más, ya lo tenía roto, ni siquiera había corazón, solo miles de cachitos pequeños que intentaba pegar cada día que pasaba.

Por ello me dije a mí mismo que iba a tener que intentar tener una relación normal con Chris.

No podíamos estar juntos, pero eso no significaba que tuviésemos que odiarnos.

Las peleas con él, los tira y afloja a los que jugábamos desde que nos habíamos conocido eran agotadores y convivíamos bajo el mismo techo, por lo que lo mejor iba a ser que intentásemos ser amigos, si es que ser amigo de alguien que te hace que te tiemblen las rodillas es posible.





Me quedé junto a la puerta de entrada hacia el edificio abandonado esperando que Hyunjin acabara de pelear.

No estaba mirando.

Odiaba las confrontaciones físicas y que la gente disfrutara de ellas, incluso que ganasen dinero apostando contra alguien me parecía de lo más desagradable y humillante.

Christopher pasó junto a mi lado sin mirarme y fue a reunirse con Félix y sus amigos.

Quince minutos más tarde Hyunjin ganó su combate aunque, a diferencia de Chris, que solo había sido golpeado una vez, presentaba varios golpes en el pecho y un corte bastante feo en la mejilla izquierda.

Félix se tiró a sus brazos en cuanto lo vio y le dio un profundo beso mientras la gente lo vitoreaba con entusiasmo.

¿Eso había querido Christopher que hiciera?

¿Que cayera rendido a sus pies porque era capaz de dejar a un tipo inconsciente en el suelo?

Ridículo.

Chris se volvió hacia mí cuando la gente empezó a salir por la puerta.

Menos mal que aquel sitio era bastante grande, porque debía de haber por lo menos unas doscientas personas allí reunidas.

Se acercó hasta que pudo agarrarme la mano y hacerme salir.

Fue extraño sentir sus dedos entrelazados con los míos, pero su forma de hacerlo era distante, como si más bien lo hiciera por ser práctico, -así no me perdería entre la muchedumbre- que por afecto hacia mí.

Cuando estuvimos junto al coche lo observé detenidamente.

Algo había cambiado desde la última conversación:
Christopher parecía molesto conmigo y parecía querer hacer como si yo no estuviese allí.

ChanMin |Culpa mía|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora