𝐇𝐈𝐄𝐑𝐀𝐑𝐂𝐇𝐘 - ʟᴇᴇ ᴡᴏᴏᴊɪɴ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪᴠ

•Lᴇᴇ Wᴏᴏᴊɪɴ 𓅓

Hay como electricidad en el aire por la adrenalina que nos inunda. Estos minutos, poco antes de que el entrenador nos hable y por fin salgamos al campo.

En estos minutos todo parece posible: victoria y derrota e insoportable frustración.

Nos llegan desde fuera los gritos de apoyo de los estudiantes, al igual que los de los seguidores del equipo contrario.

Todos nos hemos partido el culo para llegar hasta aquí. Como ahora.

Hoy experimento otro sentimiento. Es oscuro y doloroso, y no lleva a que, por primera vez en todos estos años, me cueste cubrirme la cabeza con el casco: éste va a ser el primer partido de el año.

—¿Está todo claro? —pregunta el señor golpeándome el hombro con el suyo.

Haciendo un gran esfuerzo, aparto los pensamientos a un lado. Aún falta, todavía tengo ante mí todo un tiempo en el que podré hacer lo que se me antoje. Con una sonrisa medio forzada, me vuelvo hacia él.

—Vamos a darles una lección a ese equipo.

—Alistense —intervienen Rian a mi izquierda.—. Déjalo estar. —El tono de su voz es intimidante.

𓆉︎

—No hagas nada sin pensar —dice Rian y cierra la puerta de su taquilla.

—Ya lo conoces —hablo yo y me apoyo de lado contra la taquilla con una mueca en los labios.

—Te lo digo en serio.

entrecierra los ojos ambarinos formando dos estrechas rendijas.

—Yo también.

Ambos se miran un rato demasiado largo, y el aire, ya de por sí cargado, se vuelve todavía más denso. Ha llegado el momento de irnos.

—Más vale que ahorren sus energías para el partido —digo en un tono que deja claro que en ese momento no hablo como su amigo.

Dos pares de ojos indignados se vuelven hacia mí y, antes de que puedan replicar, doy unas fuertes palmadas.

Desliza la mirada por la sala.

—Ésta debe ser la mejor temporada que jooshin haya visto jamás —añade Rian, algo más alto que el entrenador—. ¿Está claro?.

Los chicos vuelven a gritar.

Las gradas están llenas. El público hablaba cuando salimos al campo de juego, las animadoras - incluyendo a hera - bailan.

Mientras esperamos al árbitro, deslizo la mirada por las gradas. Desde aquí casi no reconozco a nadie, salvo a la profesora Han. al igual que  Jaei quien como siempre se sienta arriba del todo y hace como si todo el espectáculo no le interesase lo más mínimo.