Cap 12 Lagrimas de luna

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Desde el gran incidente, sobrevivir ha sido un milagro.

La noche había llegado y la luna se elevaba en todo su esplendor, una masa de tierra que se eleva en el firmamento ha estado ahí desde el inicio y seguirá hasta mucho después de que la mayoría desaparezca.

Para la luna es una vieja rutina que ha practicado mucho tiempo de manera fiel y constante sin faltar una sola noche y esta se entristece cada vez que alguien más desaparece.

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Betsy contemplaba junto a Erizo los fuegos artificiales que daban por terminada la festividad, algunos turistas se alojaban en el pueblo, algunos regresaban en barco a sus hogares o se preparaban para otra aventura más.

Mas sin embargo para los habitantes del pequeño pueblo la noche apenas empezaba, en la cumbre más elevada, en el lugar más despejado donde las nubes no opacan la luna ocurre un signo de esperanza, la luna extiende su mano y comparte un poco de su magia para que aquellos que son más débiles puedan vivir un dia mas.

La luna siempre ha sido generosa sobre todo desde que poco a poco los más fuertes tuvieron que dormir, esta se había prometido no dejar que eso pasara y a pesar de no poder expresarlo, de no ser oído y mucho menos comprendido el mensaje fue más que claro.

La bruja llegó al claro acompañada de su alumna en un auto, el lugar estaba listo Betsy fue recibida por varios de los más fuertes seres mágicos que aún estaban despiertos, yetis, monstruos, un par de vampiros e incluso algunos elfos y su objetivo era simple, observar y aprender el ritual, aunque muy sencillo de realizar era una forma de mentalizarse que si Betsy fallaba alguien más debería de tomar su lugar.

Cada uno de ellos fue consciente y testigo como antiguos y fuertes seres mágicos se llegaron a desvanecer en el proceso, como algunos perdieron la vida y como otros cayeron en un sueño del que no han podido despertar.

La noche que le tocó a Betsy tomar su rol, esa noche nadie durmió, nadie desapareció, ella siguió para vivir y ayudar otro día y por fin lo comprendieron, la luna no los había abandonado.

La bruja bebió de la misma sopa que le había ofrecido a cada turista pero a diferencia de las personas normales Betsy pasó un mal rato ya que el beber esta poción hace que su propia magia hirviera, vapor salía de su cuerpo mientras está jadeaba tratando de mantener la calma.

Un gran caldero de hierro de donde Betsy se sujetó mientras trataba de aguantar la sensación de sentir como su magia se inquietaba, entre los jadeos rasgos de su licantropía empezaba a resaltar, las orejas puntiagudas y sus colmillos, ese enorme pelaje que la cubría por completo.

A ojo de cualquiera era un ser completamente diferente uno que sufría un proceso de sobrecarga mágica, su tamaño su presencia no era un licántropo cualquiera era uno que podría ser superior a una reina, para fortuna de todos Betsy solo tenía un objetivo.

Poco después esta empezó a regurgitar, pero no era ni saliva ni bilis y mucho menos sobras de comida era un liquido rosa uno que brillaba con un resplandor propio, este salía por la boca de la chica lobo, escurría de sus lagrimales incluso de sus fosas nasales.

Al inicio fue algo violento pero después de unos momento esta solo se quedó estática, sonriendo como si se reencontrará con algún viejo amigo, como si le hablaran desde el más allá.

Una alarma sonó pulsaciones que alertaba a todos a actuar — Rápido apliquen los sedantes, su ritmo cardiaco se a acelerado —

Varios disparos se escucharon cómo impactaron sobre la gran bestia haciendo que esta colapsara por el sueño, poco a poco volviendo a su forma normal, solo su ropa se había desgarrado un poco, algo normal en este proceso.

El equipo de elfos se movió rápido, mientras algunos recogían lo que ellos llamaban lágrimas de luna otro equipo se llevaba a Betsy para su observación, intravenosas eran aplicadas para que esta se recuperara y era vigilada por los especialistas médicos del lugar.

Erizo a pesar de haber sido testigo de esto una y otra vez no deja de parecerle algo terrible, le pesa y le duele solo que a la fecha ya no puede derramar más lágrimas sólo siente ese retortijón en el estómago, era miedo y preocupación.

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Obtener materia prima es fácil, lo difícil es refinarlo, más difícil aún es diluirlo y más complicado aún es conservarlo.

La magia es complicada y Erizo lo sabía ella estaba conciente que un dia no habría suficiente y ella sabe que ese dia solo ella y un puñado se quedaran solos, otros olvidaran y los demás se desvanecerán en el aire.

A veces en esas noches de vigilia cuidando a su maestra ella comparaba todo como un enfermo terminal, solo alargando su tiempo de vida con placebos, con tratamientos radicales.

— Acaso no es mas facil solo no hacer nada, solo terminarlo — Erizo pensó un momento, pero se sacudió el cabello — Aleja esas ideas—

Erizo tenía ese hábito, estar al lado de Betsy hasta que se recupere, el proceso era agotador pero fue el único que no terminó con un llanto descontrolado.

La noche pasaba rápido a pesar de no poder dormir solo dedicaba un poco de tiempo para despejar las ideas.

Justo en la mañana Betsy se despertó con un gran bostezo y mientras se estiraba.

— ammm hace tiempo no dormia tan bien — Betsy miró a su alumna quien aún seguía a su lado con un té — Veo que ya tienes tu mezcla especial —

Erizo sonrió un poco mientras le servia un poco a su maestra — Buenos dias Betsy —

— Vamos deja de ser tan formal — La bruja comentaba alegremente mientras disfrutaba el té — Tiene un picor, podría ser canela o jengibre vamos tienes que compartir la receta —

— No — Erizo fue clara — Como me obligaste adivinar uno hace años te toca hacer lo mismo —

— Eso es malvado — Betsy se quejo levantándose y estirándose — Vamos tenemos que salir de este lugar, aun tengo mucha energía —

— No comprendo cómo lo haces — Erizo se quejo — La mayoria terminaba exhausto o casi agónico después de este proceso pero tú, bueno para que me molesto, en la maleta está tu cambio de ropa, pants, tenis un par de playeras y un traje de baño —

— Me encanta tu previsión, aun asi no te escaparas acompáñame — Betsy comento de forma enérgica.

— Pero no he dormi... digo hey — Erizo se estaba arrepintiendo de estar en vigilia toda la noche.

A pesar de sus quejas no le quedaba de otra, como su aprendiz tenía que seguir sus pasos, aun los mas molestos e incoherentes, aunque no era la única dispuesta a ayudar fuera de la clínica ya estaban varios amigos y conocidos quienes disfrutaban este tipo de ritual, era una forma de ver y agradecer el esfuerzo de Betsy y claro cuidarla ya que sobre ella recae la responsabilidad más grande, mantenerlos vivos.

Por esa sonrrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora