Por esa sonrrisa

Cap 13 Una fria noche

Algunos marineros dicen que el mar siempre te llevará a donde necesitas estar.

— Maldigo aquellos que romantizan la pesca en mar abierto — Oscar estaba de malas pues el oleaje hacía que la gran embarcación se moviera de un lado a otro de manera constante, era complicado, muy complicado para él adaptarse, fácilmente todos los días terminaba cayendo o al borde de un accidente por culpa de lo inquieto que estaba el mar, sumale que poco a poco el frío se estaba empezando a sentir y realmente era molesto.

Pero a pesar de todo la camaradería de todos los tripulantes era realmente increíble, esto hizo que los días pasan con relativa facilidad, muchos de ellos aconsejando a Oscar como sobrevivir en un mar tan inquieto.

Aunque para su fortuna casi todo el proceso era automatizado, desde el lanzamiento de las redes, como la recogida de la pesca por las enormes grúas, su labor era tomar notas de los medidores y cuando el mar estaba más calmado ayudar con la limpieza.

Una rutina que pasó a diario, pero tiempo suficiente para conocer a cada uno de los tripulantes, desde un pobre hombre que trabaja para pagar sus deudas, hasta el fanatico de la aventura e incluso uno de ellos que al igual que él estaba casi escondiéndose pero en su caso de una furiosa esposa.

Al cabo de unos días las temperaturas empezaron a bajar y ocasionalmente pequeñas nevadas se avistaron pero en su caso solo significaba hielo en la cubierta.

En la noche junto a sus compañeros Oscar agradeció que el mar estuviera más tranquilo.

— Y exactamente donde dicen que vamos a desembarcar? — Oscar tenía duda.

— Tenemos una solicitud un poco fuera de lo convencional — confesó el capital — En el pequeño pueblo de Narsaq tenemos un gran pedido para los locales —

— Ese lugar que no era un pueblo fantasma? — Comentó uno de los marineros.

— Lo era, desde el gran cataclismo la pesca es imposible en ese lugar pero según los rumores hay una compañía especializada en trabajar en esas áreas — El capitán afirmó — Lo importante es que no solo compraran el pescado además todas las provisiones a un buen precio —

— Vaya no sabia que eso afectara esta región — Oscar estaba incrédulo por tal dato.

— La mayoría ignoró esta región por los estragos que ocurrieron en las grandes ciudades puede por que solo eran pueblos muy pequeños — El capitán comentó en señal de respeto — Al menos cinco grandes pueblos desaparecieron, así como varios islotes —

— Imaginate si eso hubiera pasado en una ciudad densamente poblada — Uno de los marineros comentó —

— Un desastre sin precedentes — Comentó uno de los marineros.

— eso fue un desastre, me enteré por la televisión y la verdad estuve muy asustado — Uno de ellos comentó.

— Sigo pensando que fue una super arma — uno de ellos mencionó.

El capitán fue escéptico — Para mi fue un disparo de advertencia —

— ¿De que hablas? — Cuestiono Oscar.

— Aliens — Afirmo el capitan — Cuando los antiguos marineros surcaban el mar y se encontraban con algún barco pirata, era la costumbre lanzar un disparo de advertencia y pedir que la tripulación se rindiera —

— Podrias estas en lo cierto — Comento uno de ellos — Después de eso, las guerras terminaron en el mundo —

— A mi vista todos los países tienen miedo — Otro marinero mencionó.

— Me imagino cómo reaccionaron en cada país cuando una esfera gigante de luz apareció de la nada arrasando con todo como un gran tornado dejando huecos gigantescos del tamaño de una ciudad, creando terremotos y vientos huracanados y de la nada desaparezca y aparezca en otra parte del mundo — El capitán mencionó — yo estaba en mi barco esa noche cuando lo presencie solo duró segundos como si encendieran un foco a la mitad de la noche y lo apagaran —

— Eso suena aterrador — Uno de los marineros comento — Yo aun no nacia, creo que tuve suerte —

— y cual es tu historia muchacho — El capitán preguntó directo a Oscar.

— Pues creo igual, no tengo memorias de ese dia aun era muy joven solo con el tiempo supe que perdí a mis padres ese día — Oscar señalo mientras veía la expresión de sus compañeros — No se preocupen la verdad es que no los recuerdo en nada, nunca los conoci —

— Lo lamento amigo — Mencionó uno de los marineros.

—Demasiada charla, mañana llegamos a puerto — El capitán mencionó observando a Oscar — Puede que te interese tengo un amigo en la compañía de pesca puede que te pueda ayudar, ellos suelen rotar su trabajo en diferentes muelles, más que nosotros —

— Gracias, lo tomaré en cuenta — Oscar le agradó esas buenas noticias.

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Para Oscar la idea de ser pescador fue una idea apresurada aunque encontró buenos amigos, personas que tienen mucho en común con el aun asi no era exactamente lo que buscaba, tal vez esta compañia de pesca podría darle esa otra oportunidad, si el capitán tenía razón en cuanto a lo que le dijo sus posibilidades aumentan exponencialmente.

La noche era tranquila y un último vistazo a la noche fría de esta región norte del mundo donde pequeños témpanos de hielo se formaban en los diferentes partes del escenario, según lo último que supo de este lugar es que se formó una especie de fosa marina, una tan profunda y extraña con corrientes peligrosas y ese era unos de los motivos que esta compañía tan extraña era de las pocas que se animaban a pescar en estas traicioneras aguas.

Solo un leve vistazo por la borda le recordaba las palabras de advertencia, pues aunque las aguas se veían tranquilas a los pocos metros las corrientes marinas son tan traicioneras que algunos cuentan que han tenido que cortar las anclas que han soltado pues la corriente arrastraba el metal pesado, le daba un poco de escalofríos pensar que un barco pesquero como este podría sufrir ese mismo destino y solo por un descuido.

Pero para su tranquilidad el capitán le había asegurado haber transitado por estas aguas durante años, siempre tranquilas y frías, calmadas y ala vez traicioneras.

— Oscar? — El capitán se asomaba con su café en mano — Deberias de entrar este frio podría enfermarte y no creo que te reciban con el moco por fuera.

— Claro capitán, digo Joe gracias por la ayuda — Oscar señaló.

— No empieces con tu sentimentalismo, solo asegurate de encontrar a tu hermano y alejarse de los problemas, la vida es muy corta como para desperdiciarla en tonterias — El capitán expresó.

— ok, nos vemos mañana — Oscar se despidió de un amigo que conoció en el mar.

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En la mañana siguiente, cuando el sol se empezaba a mostrar en el horizonte el pequeño pueblo estaba a la vista, casas de madera con diferentes colores, salpicados con una ligera capa de nieve, había mucha actividad a pesar de ser un supuesto pueblo fantasma.

— Tenemos suerte — Expresó el capitán a Oscar — Parece que llegamos justo en la rotación de trabajadores, una oportunidad para entrar con mucha facilidad —

Casi llegando a muelle el capitán reconoció a alguien — Hey en tierra, reconozco ese rostro de vagabundo —

Un sujeto en el muelle le respondió el saludo, en unos minutos ambos estaban compartiendo una copa de whisky mientras los demás trabajadores descargan la pesca en el muelle.