kurapika [1/2]

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Ojos escarlata.

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siempre estaré para ti, kura. Yo haría cualquier cosa para que seas feliz… aun si eso implica entregar mi libertad y ser prisionera en las garras de la codicia de mi padre”

  El invierno había llegado antes de lo esperado, esa mañana en especial parecía que golpeaba con mas fuerza. dejaste escapar un suspiro de tus agrietados labios, sintiendo la sequedad de tu garganta y el amargo sabor de tu saliva. Estiras con un poco de pereza, sintiéndote especialmente débil ese día. Miras a tu alrededor algo perdida, no lograbas ubicarte del todo. Desorientada, sedienta, agotada y hambrienta; todo se encontraba acumulado en tu sistema.

  Los pequeños rayos de sol que se colaban a través de la tela blanca indicaban el inicio del día. Al posar tu cansada vista sobre el pequeño reloj encima de la mesita de noche logras ver que eran al menos las seis de la mañana, apenas y habías logrado dormir un par de horas.  Los recuerdos llegaron a ti poco a poco, logrando ubicarte; te encontrabas en tu habitación. Lugar donde abundaban los recuerdos, tanto buenos como malos. Este lugar donde anteriormente tuviste tan bellos momentos, otorgándote la protección y calidez de quienes eran lo mas importante para ti, sin embargo, ahí estabas. Sola, al limite de lo que tu cuerpo y mente podían aguantar, y sintiendo lo frío que se había vuelto el ambiente. 

La situación en la casa nostrade iba de mal a peor, si te lo preguntaban no encontrarías las palabras adecuadas para describirlo, pero si hacías un gran esfuerzo lo describirías como; caos.

  Lo que antes había sido una prisión para ti… ahora se había vuelto un infierno.

  Escuchas que tocan la puerta, sabias lo que venía.

-voy- hablaste suave y de mala gana. Tu buen humor usualmente se veía afectado, junto a tu salud mental. Te levantas con cuidado para comenzar a alistarte. Vuelves a escuchar que tocan la puerta, seguido de una suave y dulce voz.

-¿T/N?- sabias de quien se trataba, le permitiste el acceso. Una vez que cierra la puerta tras ella te mira extrañada. Habías estado muy cansada y diferente últimamente- ¿Cómo te sientes hoy?

Melody conocía tu respuesta. Sabía que volverías a mentirle de manera descarada sobre tu actual estado. Incluso el rubio había notado dicho cambio, sin embargo, no cedías ante la idea de hablar al respecto.

-de maravilla- comentas dando la misma respuesta de siempre.

-pensé que éramos amigas- fue la respuesta de la chica.

-lo somos Melody- respondes mirándote al espejo mientras arreglabas tu cabello en una coleta alta.

- ¿Qué hay de kurapika? - volteas a verla curiosa ante su pregunta, tus ojos lo decían todo; ¿a qué te refieres? - ¿kurapika no es tu amado? - asientes aun sin decir palabra alguna- no se le miente a la persona que amas- continua con una expresión de preocupación. Tragas saliva ante aquello, abriendo tus labios lentamente para responder, siendo interrumpida- queremos a T/N de vuelta- comenta en un hilo de voz- aquella cuya melodía reflejaba dulzura y calma. Estoy preocupada, desde la muerte de la señorita neon has estado extraña. Tu corazón solo puede tocar canciones tristes y dolorosas. No importa lo dulce que intentes que sueve tu voz, tu corazón me grita otra cosa.

  Estabas helada, tus manos temblaron mientras tu pecho se oprimía. Por supuesto que querías hablar de lo que sucedía, querías pedir ayuda a gritos y ser rescatada, pero no podías, no cuando ya estabas tan metida en ese mundo.

Mi Chico Ideal 《Escenarios de novios de HxH》[Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora