Fingiendo que no me gustas

Capítulo 5

                             -𝓟𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓪 𝓬𝓲𝓽𝓪-

"Y que te ha dicho cuando le dijiste lo de Lucas y el beso?" Me preguntó Amara.

"Bueno, no creo que seas su persona favorita en estos momentos."

"Pues claro que no, si esa eres tú."

Y aunque lo intenté, no pude contener la sonrisa.

"Y yo que pensaba que el no se podía poner aún más sexy. Alegra, le has visto la manga de tatuajes!!" Amara grito con los ojos en grande.

"Shhh calla que te van a escuchar los vecinos. Y si, si la vi y estaba bonita."

"Como que bonita?!!" Me agarró de los hombros y me los sacudió.

"Alegra antes era un Dios griego, ahora es Lucifer en persona y si yo estuviera en tus zapatos dejaría que me arrastrara con él al hasta el inframundo."

Y con eso nos echamos a reír. Parecíamos dos pacientes escapadas de una sala psiquiátrica.

"Y cuando lo vas a volver a ver?"

"Me ah dicho que mañana me quiero llevar a salir."

"Adónde?!!?" Grito.

"No lo sé pero aún no me puedo sacar este sentimiento de que no está bien lo que estamos haciendo."

Amara sacudió la cabeza.

"Es que no es algo que tiene futuro." Le dije con mucha tristeza.

"Alegra, tienes 18 años, si quiera has besado a dos chicos y acabas de empezar la uni. No es momento de pensar en el futuro."

Me quedé callada.

"Disfruta el ahora. Que es lo peor que pueda pasar?"

Que me enamore de él. Lo pensé pero no lo dije, solo encogí los hombros.

"Exacto! Así que vamos que hay que buscarte una ropa bien sexy para que le llegue la mandíbula al piso."

"Espera no me has contado sobre Daniel!" Le agarré el brazo antes de que huyera y la senté de nuevo en mi cama.

"Alegra es que Daniel es bien simpático, pero no se no siento esas ganas de cómo que lanzarmele arriba y matarlo a besos."

"Entiendo."

"No, no lo entiendes porque estoy más que segura de que cada vez que ves a Martín, hasta la ropa interior se te moja."

"Amara! No seas tan sucia!" Le tiré una almohada. Y se empezó a reír.

"No estoy diciendo que la ropa interior se me moja ni nada pero si, si que me lo quiero comer a besos."

"Claro que si se te moja!"

"Cállate!" Le grité mientras que se me sonrojaban las mejillas.

"Buenos pues toma tu propio concejo Amara. Tienes 18 años, y si no te gusta Daniel, vendrá otro." Le sonreí y ella hizo lo mismo.

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"Ya voy!" Grité mientras que me apresuraba a la puerta.

Y con lo que me encontré era una imagen que quería mantener en mi mente por siempre.

Martín tenía un hombro apoyado al marco de la puerta. Con una sonrisa brillante y una rosa roja en su mano.