Fingiendo que no me gustas

Capítulo 7

-𝒱𝒾𝑒𝒿𝑜 𝒶𝓇𝓇𝑜𝑔𝒶𝓃𝓉𝑒-

Ｍａｒｔíｎ

"No pienso hacerlo."

"Lo harás."

"Y como porque lo haría?"

"Te crees que no se sobre lo que haces  bajo el club infernó." Me dijo Hugo con una sonrisa maliciosa.

Me quedé callado.

"Tengo ojos en todos lados Martín. Y te aseguro de que mis amigos policía estarán feliz en desmantelar tu pequeño proyecto."

"Eres una mierda de persona." Le respondí enfurecido.

"Me importa poco lo que pienses de mí Martín. Pero vas a hacer lo que te pido o te garantizo que te arruinaré la vida."

"Ami no me amaneces Hugo. Sabes muy bien de que yo también estoy al tanto de tus negocios sucios y de cómo has llegado a tanto dinero."

"Sabes que tengo sobornado a el cuartel de policía completo. Tengo a la ciudad entera a mi completa disposición. En serio te crees que te tengo miedo?"

"Debe de haber al menos un policía con conciencia, dispuesto a escucharme." Le respondí.

"Bueno cuando lo encuentres hablamos. Mientras tanto harás lo que te ordene."

"Diles sobre infernó no me interesa."

"No juegues con fuego Martín. Acaso crees que a los funcionarios de admisiones les alegraría saber sobre un alumno con una actividad extracurricular ilegal. Apuesto a que te revocan esa beca por la cual tanto trabajaste." Me sonrió sabiendo que había ganada esta ronda.

"Está bien Huguito, haré lo que me has pedido. Pero recuerda, el que ríe último, ríe mejor."

Y con eso, me marche dándole un tirón fuerte a la puerta.

Tenía que contarle a Alegra sobre el cambio de planes. Pero mientras ascendía las escaleras Hugo salió de su oficina.

"Mi socio y su hija han llegado."

"Acaso los llamaste antes de hablar conmigo?" Le pregunté, mis manos en puños.

Sonrió de forma diabólica antes de responder, "Sabía que ibas a aceptar, después de todo, tú tienes todas las de perder."

Viejo asqueroso, e arrogante. Glorioso será el día en que por fin te haga pagar por todo lo que has echo.

Pero eso no se lo dije. No le iba a dar la satisfacción de saber lo tanto que me afectaba, porque eso significaba que él había ganado.

Lo seguí hacia la puerta principal con ganas de ahorcarlo hasta dejarlo inconsciente.

Odiaba a Hugo desde pequeño. Pero mi odio por él aumentó cuando me enteré a lo que se dedicaba.

Y aquí estaba ayudándolo en su trabajo sin tener otra opción.

Me preguntó porque será tan importante este nuevo socio.

Afuera avía aparcado un carro lujoso, negro. Un hombre con la misma cara de pesado que Hugo y una chica pelirrubia conversaban junto a él.

"Mucho gusto Martín, yo soy Fabio y esta es mi hija Renata." Me estrechó la mano y solo le asentí con la cabeza.

Le había dicho a Hugo que lo haría, no que iba a ser amable.

Fabio se aclaró la garganta y retiro la mano.

"Bueno mi chofer los llevará al restaurante y a donde quieran ir." Dijo Fabio apuntando hacia el carro.

Asentí con la cabeza y me dirigí hacia el.