Hermanos Voreoti ━━ [Me convertí en la hija adoptiva del protagonista masculino]

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Llegada al Norte

El carruaje avanzó con rapidez, las ruedas crujían sobre la nieve recién caída. A medida que nos adentrábamos más al norte, el aire se volvía más frío y el paisaje más deslumbrante. Era territorio desconocido, eso me parecía aún más atractivo. Observó en silencio mientras el paisaje se transformaba a nuestro alrededor. Los árboles estaban cubiertos de una capa gruesa de nieve, y los copos caían suavemente del cielo para adherirse a la gran acumulación de hielo que arropaba todo el espacio que veía en el terreno.

Nunca había visto tanta nieve en mi vida. El orfanato estaba en una región mucho más templada, y la nieve allí era escasa y sucia, un reflejo de nuestra represión. La temporada de invierno era la más dura; la comida escaseaba y los trabajos forzados parecían duplicarse a medida que el aire se volvía frío. Las presas escaseaban y me veía obligado a correr distancias más largas, dejando a Lionia sola demasiado tiempo para mi gusto. Todo para encontrarla la mayoría de veces magullada y con indicios de fiebre. Aquí, sin embargo, la nieve parecía brillar como si todo el mundo estuviera cubierto por una manta de tranquilidad.

Relajo el agarre de mis manos para percatarme de la fuerza que estaba ejerciendo en mis puños.

Reza para que llegues muerto bastardo.

Me veo inmerso otra vez en el paisaje invernal, por mi condición solo era capaz de sentir el frío hasta cierto grado y eso no me molestaba. Me gustaba este clima, aunque los únicos recuerdos buenos de él que poseo de este son de estar cazando en solitario y gozar del tiempo alejado del infierno en el que desperté aquel día. El frío era una amenaza constante, una señal de hambre y sufrimiento para los niños que aún vivían para sentirlo.

Era tener frío y hambre o morir para no sentirlo y convertirte en parte de él.

El carruaje giró por una curva, y de repente, el paisaje se abrió un pintoresco pueblo del norte. Las casas estaban agrupadas en torno a una plaza central, todas con tejados de pizarra oscura. Desde aquí se podía ver la cordillera que daba por hecho aislaban toda la tierra de Voreoti , si lo pensabas eso podría ser un punto crucial si el norte fuera atacado.

Suelto un bufido al ver una cantidad considerable de personas avanzando por el que deducía sería un punto comercial de estas tierras. No fue difícil encontrar a los que más sobresalen en la multitud, esa altivez al caminar y esa ropa de invierno ostentosa que gritaba riqueza.

Nobles

—¡Es asombroso! —grita repentinamente Lionia —Nunca había visto algo así.

Mi atención se dirige a la expresión brillante de la menor, ese era mi paisaje favorito.

— Todavía es pequeño comparado con la capital —dice con simpleza el duque.