Promesa

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"Izuku, ¿quieres ser un héroe?"

La voz paso tan leve por sus oídos que apenas si reconoció que decían su nombre. Antes de darse cuenta se encontraba dentro de una especie de apartamento, no tardó mucho en reconocer donde estaba. ¿Como llego allí? Lo último que recordaba era....su cabeza le daba vuelta y sentía un dolor tan agudo que podía compararlo como al dolor que una bala atravesara una parte de su cuerpo. Sentía la boca seca y su rostro se sentía caliente, decidió ir a refrescarse con algo de agua.

Entro al baño y abrió el grifo dejando que el agua fluyera unos segundos, posteriormente alzo sus manos para tomar algo de agua y su respiración se detuvo un instante. Sus manos estaban cubiertas de sangre, sangre fresca y sangre coagulada sobre esos guantes que ahora mismo poco se notaba su color original. Retrocedió abruptamente hasta chocar contra la pared, su frecuencia respiratoria se hizo irregular.

Avanzo hasta quedar nuevamente delante del lavabo, lanzo los guantes lejos de él y lavo sus manos erráticamente hasta deshacerse cualquier rastro de sangre. Por primera vez en todo ese tiempo recordó que tenía un espejo justo por encima de él, alzo su rostro lentamente y confronto lo que sea que se encontraría. Su cara...también estaba llena de rastros de sangre. Bajo su mirada hacia su ropa y también encontró que la misma estaba manchada del mismo liquido rojizo, ahora de un color más carmesí por el tiempo que estuvo expuesta al medio ambiente.

Después de lavarse el rostro lo mejor que pudo y despojarse de toda su ropa hasta quedar solamente en ropa interior salió del baño intentando mantenerse racional. Camino hasta su antigua habitación, tomo el picaporte de la puerta y la abrió lentamente. Estaba igual como lo recordaba o al menos hasta donde podía recordar.

Izuku: Como si nunca me hubiera ido... —Su voz sonaba ronca, él mismo se sorprendió y tomo su garganta con una de sus manos—. ¿Por qué estoy aquí?

Se sentó sobre su antigua cama y tomo el marco de una fotografía que tenía en su mesa de noche, no pudo evitar sonreír de forma nostálgica al verla, su querida madre abrazando a un pequeño Izuku disfrazado de All Might. Acaricio con la yema de su dedo el rostro de la mujer, no lo admitiría pero en ese momento sintió como un líquido caliente se arrastraba de su ojo izquierdo hasta su mentón.

"Izuku...mi pequeña estrella"

Se puso derecho al instante y se levantó de la cama al escuchar la voz, acaso era...

Izuku: ¡¿Mamá?! —Alzo la voz en la oscuridad de su habitación intentando y rogando recibir una respuesta—.

"Tu quirk solo se retrasó, solo espera un poco más..."

Izuku: —El peliverde abrió los ojos sin poder dar crédito a lo que oía—. ¡E-espera, ya voy! —Corrió con desesperación hasta la puerta y la abrió de golpe, debido a su velocidad la repentina luz que golpeo sus ojos lo cegaron un instante y alzo sus brazos de forma defensiva por pura inercia—.

"¿Por qué me dejaste?"

Cuando su visión retorno a la normalidad se dio cuenta que se encontraba frente a un edificio prácticamente destruido e incendiado. Su corazón dio un vuelco, era el edificio donde la perdió...donde su madre murió. No perdió tiempo y corrió hacia la estructura, pero antes de poder entrar dentro una especie de líquido negro tomo la forma de látigos y lo tomaron por los brazos y las piernas.

Izuku: ¡¿Q-que mier-?! —Intento soltarse usando todas sus fuerzas pero los látigos eran más fuertes, tanto que comenzaron a arrastrarlo lentamente hacia atrás—. ¡NO!

Las llamas del edificio se avivaron más y los gritos de las personas atrapadas llenaron el ambiente del lugar. El chico intento liberarse de nuevo mientras gritaba pero sus intentos eran inútiles.

DULCE VENENO [Deku x Uraraka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora