II

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De todos los planetas, el era el más pequeño de todos los demás. No más pequeño que Pluto, claro, el aún era considerado un planeta.

Gracias a Helios, nadie le discrimino por eso.

Hermes fue el 5to planeta en despertarse, recordaba haber visto polvo y escombros a sus alrededores. Pero lo que más le llamaba la atención, fue la luz cegadora que siempre estuvo al frente de el. Helios, quien había estado observándolo desde que nació, recuerda que su estrella le había mandado siempre de aquí para allá sin descanso, hasta que pudo tener algunos años de descansó.

Eso fue antes de los incidentes en la última fila del sistema solar, los asteroides siempre fueron un problema pero nunca fueron así de graves. Recordaba que cuando fue a visitar a Poseidon, este le había pedido escribir una carta urgentemente al sol para informar la situación. Ambos lados estuvieron en contacto por años, y no es como si la situación se haya calmado.

Eso sí, estaba alegre de que al menos este hubiera podido entablar amistades con planetas cercanos a el, no quería ofender a Helios, pero Hermes tenía una visión diferente a el, no parecían amigos... solamente, parecía el mensajero de la estrella, tal vez hasta alguien cercano por ahora...pero nunca fueron amigos honestos.

Los únicos a los que Hermes podía considerar amigos, eran los otros dos planetas con los que siempre estaban juntos. Ares y Afrodita, normalmente eran los que estaban jugando o hablando uno con el otro hasta que llegaba Hermes para poder salir con ellos también.

Hasta el día de hoy.

Hermes ahora se encontraba flotando hacia la órbita de Afrodita, quien estaba tocando el arpa -Gaia dijo que se llamaba así- con tranquilidad, hasta notar la presencia del mensajero cerca.

"¡Hermes!"
Afrodita sonrió, Hermes le devolvió la sonrisa y pudo levitar a su lado mientras observaba como el planeta caliente se animó a dejar el arpa para hablar con su amigo.
"¿Que te trae por aquí? Pensé que estabas con Helios..."

"Pensaba hablar con ustedes, antes de irme."
Hermes comentó, mientras dejaba salir ambas cartas entre sus manos, sintiendo el suave papel contra sus dedos.
"El deber me llama."

Afrodita soltó una pequeña risa, sus manos pasaron por su vestimenta larga y blanca, aquellos detalles de oro puro deslumbrantes, más aún con la luz de Helios reflejando a todos lados. Sus ojos dorados se posaron nuevamente en Hermes.

"¿Para quienes son?"
Afrodita suavizó su voz, era normal verlo tan pacífico y silencioso, siempre lo hacía para no llamar la atención con planetas no deseados...no necesariamente Ares ni el, solamente otro tipo de planetas.

"Uno es para Poseidon."
Hermes conto, antes de quedarse callado.
¿Debería decírselo? El innombrable planeta fue expulsado del sistema solar por una razón, aparentemente, todos lo conocían antes. Pero...no, no debía quedarse pensando en esas cosas.
"Y uno es un envío especial."

Sonrió, tratando de distraer los nervios.
Afrodita enseguida fijo su mirada y su sonrisa decayó un poco, pero antes de siquiera nombrar una sola frase, Ares apareció, frotando su mano contra los cabellos largos del planeta del amor. Quien rápidamente soltó un pequeño grito ante la presencia inmediata del planeta rojizo.

𝙀𝙖𝙧𝙩𝙝'𝙨 𝙍𝙚𝙗𝙞𝙧𝙩𝙝 - 𝘽𝙚𝙩𝙬𝙚𝙚𝙣 𝙨𝙩𝙖𝙧𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora